Las campañas de inmunización a lo largo de toda la vida tienen un coste que está aumentando con un incremento de hasta el 125% por paciente en 2023 en comparación con 2019, pero, como señala el estudio publicado en la ‘Revista Española de Salud Pública’ que ha recogido estos datos, la vacunación “sigue siendo rentable”, “fundamentalmente a aquellas personas con condiciones de riesgo”.
Las personas con condiciones de riesgo son aquellas especialmente vulnerables a infecciones: su sistema inmunitario tiene menos herramientas para enfrentar patologías y desarrollan con mayor facilidad cuadros de gravedad. En ellos la vacunación es clave, no solo les protege de complicaciones, sino que también reduce el gasto sanitario. Supone una relativa “baja inversión” con “beneficios añadidos”, como indican los autores.
Actualmente, el calendario de vacunación a lo largo de toda la vida del Sistema Nacional de Salud establece como grupos de riesgo las inmunodeficiencias primarias y secundarias; aquellas personas con enfermedades crónicas de tipo cardiovascular, respiratorio, hematológico, neurológico, renal, inflamatorio o metabólico, personas que han recibido un trasplante; personas institucionalizadas; y aquellas en situaciones de riesgo como los sanitarios, las embarazadas, la edad avanzada o los niños prematuros.
La vacunación a lo largo de toda la vida de un paciente con IDP cuesta 2.586,12 euros por mujer y 2.547,39 euros por hombre
Estos pacientes pueden recibir, bien por caída de anticuerpos o bien porque las condiciones sanitarias del momento así lo requieran, pautas de difteria, tétanos y tosferina; recuerdos del sarampión, la hepatitis B y la varicela; inmunización frente al virus del papiloma humano; y protección de las personas mayores de 65 años de enfermedad neumocócica, virus herpes zóster, frente a la meningitis y gripe anual.
El coste de la vacunación de estos pacientes es mayor que el de una persona sana. Como indica el estudio citado, de media la vacunación a lo largo de toda la vida de una persona sin patologías ni comorbilidades cuesta 1.519,87 euros (por sexo 1.541,56 euros en mujeres y 1.498,18 euros en hombre), en personas de riesgo a lo largo de toda la vida este coste se llega a duplicar.
COSTE POR PATOLOGÍAS
El estudio analiza el coste de vacunar a lo largo de toda la vida a pacientes con inmunodeficiencia primaria (IDP), asplenia y déficit del complemento, VIH con conteo bajo de CD4, enfermedad renal crónica avanzada y con hemodiálisis y enfermedad hepática crónica, también aquellos pacientes con trasplante. Todas ellas, patologías que de una u otra manera comprometen el sistema inmunitario y la capacidad del cuerpo de evitar patologías graves.
En España se estima que hasta el año 2001 se habían registrado 2.050 casos de IDP. A estos pacientes se les administra las vacunas determinadas en el calendario pediátrico, y en mayores de 65 años la neumocócica de adultos, la de herpes zóster y la de la gripe. Todo ello cuesta 2.586,12 euros por mujer y 2.547,39 euros por hombre, mil euros más que en personas sanas, debido a la mayor cantidad de vacunas que reciben.
La vacunación a lo largo de toda la vida de pacientes con VIH con CD4, enfermedad renal crónica con TRS y enfermedad hepática crónica alcanza casi 2.000 euros de gasto
En el caso concreto de las personas con asplenia y déficit del complemento, la inmunización incluye además de la vacunación infantil, la protección frente a la Neisseria meningitidis del serogrupo B cada cinco años desde los 17 a los 83 años, recuerdos de la vacunación del tétanos, enfermedad neumocócica, gripe anual y dosis de recuerdo cada cinco años de herpes zóster a partir de los 65 años. Se estima que la vacunación completa de las doscientas personas que sufren esta patología tiene un coste de 3.181,51 euros en mujeres y en 3.138,13 en hombres.
Otras patologías de riesgo analizada es la del VIH con CD4 mayor o igual a 200 cel/µl, los autores recogieron que el coste estimado de vacunar a una persona que adquiere el VIH a los treinta y seis años y tiene una esperanza de vida de setenta y tres años es de 1.965,77 euros. Similar es el coste del 1% de la población española, que sufre enfermedad renal crónica en España con tratamiento renal sustitutivo, cuya vacunación supone 1.836,41 euros.
Los pacientes con enfermedad hepática crónica como una cirrosis reciben a lo largo de su vida, y en especial tras la infección, una serie de dosis que cuestan un total de 1.836,41 euros. La vacunación de los pacientes que reciben un trasplante de órgano sólido cuesta 1.624,12 euros, precio que suma las vacunas de los calendarios vacunales, las necesarias antes de la intervención y los refuerzos que necesitarán a partir de entonces. En el caso de los pacientes con trasplante de progenitores hematopoyético, que reciben una vacunación de MenB, MenACWY, enfermedad neuomcócica, de la hepatitis A, triple vírica y varicela, además de las recogidas en el calendario de vacunación, el precio asciende a 2.098,26 euros.
Este coste es una inversión mucho más baja que el gasto que supondría no proteger a los pacientes de las patologías que les causaría importantes complicaciones
Este coste, que se ha incrementado hasta en 1.344,83 euros en el caso de los pacientes con asplenia desde 2019 debido a nuevas incorporaciones de suero, ampliación del calendario y uso de vacunas más completas, es, sin embargo, una inversión mucho más baja que el gasto que supondría no proteger a los pacientes de las patologías que les causarían importantes complicaciones e incluso podrían derivar en muerte.
No en vano, solo la neumonía tiene una tasa global de mortalidad de aproximadamente entre el 5 y el 10%; la mortalidad hospitalaria, entre el 10 y el 15%; y la mortalidad de los pacientes que pasan por la UCI se sitúa entre el 20 y el 30%, según datos del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). También son muy frecuentes las infecciones bacterianas en los pacientes que son intervenidos por un trasplante, que dependiendo del tipo pueden alcanzar una incidencia de 20-30% en el cardiaco al casi el 50% en el pulmonar.
Es por ello que los expertos inciden en la vacunación de este grupo poblacional especialmente, donde la tasa de cobertura es bastante óptima. “Estos datos son de elevada importancia a la hora de tomar decisiones en política sanitaria, teniendo en cuenta beneficios añadidos y la relativamente baja inversión que supondría”, concluyen los autores del estudio.