Su uso está todavía muy poco implementado en comparación con las técnicas de imagen habituales, como la angiografía. Sin embargo, el ultrasonido intravascular (IVUS, por sus siglas en inglés) ha demostrado la capacidad que tiene para respaldar abordajes más seguros tanto para los pacientes como para el personal encargado de los procedimientos relacionados con las intervenciones quirúrgicas.
Así lo refleja un recientemente publicado estudio que tenía por objetivo evaluar el estado actual de la utilización de la tecnología IVUS en la revascularización de las extremidades inferiores, identificar las lagunas en la evidencia y determinar cómo el ultrasonido intravascular puede mejorar la atención de los pacientes con patología arterial periférica y venosa profunda. Y es que estas dos últimas afectan a casi 200 millones de personas en todo el mundo, de las cuales entre 40 y 45 millones son estadounidenses.
“Si bien el panel reconoce que es fundamental obtener evidencia clínica adicional para avanzar en la utilización de IVUS, los datos actuales revisados por parte del panel de expertos apoyan un mayor uso del ultrasonido intravascular en la práctica clínica contemporánea. El panel espera trabajar con nuestras sociedades colectivas para aumentar el acceso a la formación sobre IVUS, apoyar un alto nivel de cobertura para permitir una adopción más amplia y cooperar para incorporar IVUS en las guías y directrices clínicas”, asegura el doctor Eric A. Scecemsky, autor principal del estudio.
"Los datos actuales revisados por parte del panel de expertos apoyan un mayor uso del ultrasonido intravascular en la práctica clínica contemporánea"
Junto a Scecemsky, cardiólogo intervencionista en el Beth Israel Deaconess Medical Center y profesor adjunto de Medicina en la Escuela de Medicina Harvard, participaron otros 14 médicos de seis sociedades de especialidades cardiovasculares, que han revisado la base de la evidencia actual y la experiencia clínica respecto a las intervenciones guiadas por IVUS. Sin embargo, a pesar de la evidencia clínica a su favor y una creciente inclusión de esa tecnología en las guías de práctica clínica, los expertos lamentan que el uso de IVUS sigue siendo escaso a día de hoy.
También hay cada vez más datos y experiencia clínica que demuestran los beneficios de esta tecnología en las intervenciones periféricas contemporáneas. Y es que, como se mencionaba al comienzo del artículo, aunque los tratamientos mínimamente invasivos de la enfermedad vascular periférica (EVP) son cada vez más frecuentes, las técnicas de imagen tradicionales tienen limitaciones, como la proyección bidimensional de una vasculatura tridimensional, que pueden complicar el diagnóstico y la optimización del procedimiento.
De igual manera, el estudio anunciado por Royal Philips destaca las principales ventajas de la ecografía intravascular en comparación con la angiografía. La identificación de la carga y la morfología de la placa, así como las características de la lesión y el tamaño y la colocación del stent, elementos que se traducen en mejoras de la seguridad de la intervención y de los resultados a largo plazo para los pacientes, son algunas de estas ventajas.
"Aunque los tratamientos mínimamente invasivos de la enfermedad vascular periférica (EVP) son cada vez más frecuentes, las técnicas de imagen tradicionales tienen limitaciones"
IVUS puede también desempeñar un papel importante en el uso de tecnologías novedosas, como la denervación renal por ultrasonidos, una opción terapéutica mínimamente invasiva para el tratamiento de la hipertensión no controlada, y que implica el uso de energía ultrasónica para tratar los nervios renales hiperactivos. Esto puede ayudar a reducir la hipertensión.
“Como líder mundial en soluciones IVUS, estamos agradecidos por el riguroso enfoque multidisciplinar para desarrollar el consenso de expertos sobre el valor del ultrasonido intravascular y esperamos trabajar con todas las partes interesadas para estandarizar su uso y reducir las barreras que impiden su utilización”, comenta por su parte Chris Landon, Jefe de Negocio de Dispositivos de Terapia Guiada por Imágenes de Philips, quien recuerda que el ultrasonido intravascular también reduce la exposición a la radiación y la carga de contraste del paciente.
Por último, el estudio, titulado “Intravascular Ultrasound Use in Peripheral Arterial and Deep Venous Interventions: Multidisciplinary Expert Opinion From SCAI/AVF/AVLS/SIR/SVM/SVS” (Uso del ultrasonido intravascular en intervenciones arteriales periféricas y venosas profundas: opinión de expertos multidisciplinares de la SCAI/AVF/AVLS/SIR/SVM/SVS), apunta que los principales problemas que impiden una mayor utilización del ultrasonido arterial periférico son las limitaciones en el acceso a la tecnología y la formación, un uso restrictivo y la percepción sobre el tiempo adicional que comporta esta tecnología.