Como comenta a Consalud.es Fernando Alonso, coordinador del grupo de Innovación Tecnológica y Sistemas de Información de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc): “Hay rechazo porque hay gente que se ha quedado en la fase anterior de las redes sociales, que era la googlelización de la salud. Eso sí era problemático. Pero las redes sociales son distintas, porque en ellas ya podemos apuntarnos a grupos y espacios donde se comparte información con cierta rigurosidad, cambiando la propuesta informativa”.
La comunicación médico-paciente es la principal ventaja de plataformas como Facebook o Twitter, ya que permiten poner en contacto a los facultativos con sus pacientes, generando una interacción más allá de la consulta física. Además, es habitual encontrar a médicos y profesionales en redes sociales que comparten consejos para tratar o prevenir determinadas enfermedades. “Hay autores que emiten información muy valiosa para los pacientes, ayudando a la consulta, y a su vez logrando el empoderamiento de los mismos”, señala Alonso.
Por otro lado las nuevas plataformas digitales pueden servir de ayuda para afectados de enfermedades concretas. Tal es el caso de las personas con problemas psicológicos para relacionarse, a los que “las redes les abren una puerta al mundo”, posibilitando una comunicación que sería mucho más difícil por las vías convencionales. Otro ejemplo pueden ser las personas parapléjicas o con impedimentos físicos, que pueden encontrar en redes sociales como Youtube vídeos útiles, que comparten otros pacientes o profesionales, sobre ejercicios de rehabilitación y consejos para mejorar su día a día.
Incluso las personas mayores se han sumado al uso de las redes sociales en los últimos años. Según una encuesta del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (Ontsi), un 8,4% de las personas mayores de 70 años son usuarios de Internet y su red social favorita es Facebook. La mayoría se conecta para estar en contacto con sus familiares, evitando de algún modo el sentimiento de soledad que experimentan ciertas personas. Según Fernando Alonso, “la edad no debe ser un condicionante para la digitalización, ya que las personas ancianas también pueden valerse de la utilidad de las redes sociales y otros dispositivos”.
ASOCIACIONISMO EN RED
Encontrar información sobre las enfermedades, pero también compartirla. “Las redes sociales permiten crear un grupos donde las asociaciones de enfermos se unen y comparten sus experiencias, ayudando así a los pacientes”, explica el especialista. Y es que el 80% de las asociaciones de pacientes están ya presentes en las redes sociales, según el último Sondeo Pfizer de Asociaciones de Pacientes 2.0.. Incluso existen redes sociales propias de los pacientes, como “Redpacientes.com”, donde los miembros pueden compartir testimonios e información sobre diversas enfermedades.
Las redes sociales pueden ser así beneficiosas, mientras se haga un uso adecuado de las mismas. Como concluye Fernando Alonso, “como en todo, tiene que haber un nivel de aprendizaje para que sepamos cuál es el nivel justo de utilización, y hasta donde podemos llegar. Lo que hay que hacer es canalizar todos los recursos verdaderamente interesantes para que lleguen a quien tienen que llegar”.
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