La impresión 3D de tejidos y órganos precisa de una biotinta que permite alojar las células vivas que se requieren para cada aplicación. No obstante, una construcción viable requiere una matriz extracelular que tenga las propiedades mecánicas y bioquímicas adecuadas para las células previstas.
En este contexto, un equipo de investigadores de la Universidad de Rutgers (Estados Unidos) creen que están en camino de poder imprimir una amplia variedad de tejidos y órganos gracias a una biotinta que se puede ajustar para que las células vivas colocadas dentro de las estructuras impresas encuentren en él comodidad y proliferen según lo deseado.
"Nos centramos en la rigidez de los sitios de unión de gel y cimientos en los que las células pueden engancharse"
Para ello, el grupo utilizó ácido hialurónico, una biomolécula común, y polietilenglicol, con el objetivo de crear geles biocompatibles únicos. Los enlaces que se forman entre las dos moléculas se pueden hacer para endurecer el gel a una fuerza específica ya que, algunas células, se encuentran más cómodas en un entorno más rígido, mientras que otras descansan en zonas más suaves.
"En lugar de priorizar el color en la inyección de tinta, queremos que la mezcla tenga las propiedades adecuadas para que las células específicas se multipliquen, diferencien y remodelen los cimientos en el tejido apropiado", ha dicho el autor principal del estudio, David I. Shreiber. "Nos centramos en la rigidez de los sitios de unión de gel y cimientos en los que las células pueden engancharse", ha añadido.
"Lo que distingue especialmente nuestro trabajo de estudios previos es el potencial para controlar la rigidez y los ligandos de forma independiente a través de combinaciones de tintas"
Se espera que las impresoras que pueden usar la nueva tinta biológica acepten cartuchos de los dos productos químicos, así como células vivas, con el propósito final de la elaboración de los tejidos y órganos que funcionen como los originales que imitan.
"Tanto la rigidez como los sitios de unión proporcionan señales importantes a las células", ha señalado Madison D. Godesky, otro de los autores de las pesquisas. "Lo que distingue especialmente nuestro trabajo de estudios previos es el potencial para controlar la rigidez y los ligandos de forma independiente a través de combinaciones de tintas", ha finalizado.