El premio internacional The James Dyson Award 2023 cuenta entre sus finalistas con el proyecto AVA, siglas de Ayuda Versátil Adaptable. Se trata de un proyecto diseñado como una solución de higiene personal versátil y adaptada para personas con espasticidad o tono muscular elevado, un trastorno que dificulta el control del movimiento de las extremidades.
Javier Pascual, estudiante del Grado de Diseño de Producto en la Escuela de Arte, Moda y Diseño IED Madrid y creador de este proyecto, apunta que “las personas con espasticidad en muchas ocasiones necesitan la ayuda de otras personas para realizar estas tareas. Con este proyecto perseguimos que los pacientes pudieran tener una mayor autonomía”.
“Tras conocer las problemáticas que tenían las personas con espasticidad, empecé a trabajar en una solución para ellas”
Tras una labor de investigación, explica el diseñador, “decidimos centrarnos en tres actividades diarias enfocadas en el área del baño que tenían más complicación: cepillarse los dientes, peinarse y afeitarse. Y creamos una solución adaptada para estas tres actividades”. Para realizar este proyecto ha contado con el asesoramiento de la terapeuta ocupacional Clara Amorós que “me informó de cuáles eran las problemáticas que tenían muchos de sus pacientes y así empecé a trabajar en una solución para estas personas”, señala Pascual.
Conocer las dificultades que la enfermedad provocaba era fundamental para el éxito del proyecto. “Hay tres patrones comunes en la espasticidad: por un lado el flexor que no permite agarrar, no les impide abrir la mano, por lo que necesitábamos que estos productos tuvieran un mango lo suficientemente ancho para que lo pudieran agarrar personas que no pueden coger cosas finas; por otro lado, personas que no pueden cerrar la mano lo que hacía necesario que el producto tuviera alguna cavidad para que estas personas pudiesen introducir su mano; y por último la oposición a la primera falange flexora que prácticamente impide abrir la mano, y la solución era algo que apoyara en la parte de la palma y en la parte posterior. Con todas estas premisas, diseñamos un mango dividido al que le añadimos silicona para evitar el deslizamiento”, detalla Pascual.
“Tuvimos más de 50 entrevistas con profesionales, terapeutas ocupaciones, logopedas y pacientes para ir adaptando el producto”
El kit de AVA incluye mangos rediseñados y cabezales intercambiables. Los mangos están diseñados específicamente para adaptarse a las personas con espasticidad y proporcionar un mejor agarre. Los cabezales del cepillo de dientes, el cepillo de pelo y la maquinilla de afeitar tienen un sistema giratorio que permite colocar las caras de las herramientas en cuatro ángulos diferentes (0, 90, 180 y 360 grados). Esta característica mejora la accesibilidad y la adaptabilidad, facilitando a las personas con espasticidad la realización de estas actividades.
“A lo largo de todo el proceso de creación tuvimos más de 50 entrevistas con profesionales, terapeutas ocupaciones, logopedas, pacientes… Y con toda la información fuimos adaptando los mangos e intentando superar las dificultades que sufrían los usuarios analizando los tipos de agarrotamiento existentes”, apunta el diseñador.
“Buscamos que los usuarios se sientan cien por cien seguros y orgullosos de utilizar estos productos”
AVA se distingue de otras tecnologías de asistencia porque combina funcionalidad, ergonomía, adaptabilidad y estética. “Nos hemos esforzado por que el proceso de fabricación sea rentable, abordando el problema de la asequibilidad que a menudo se plantea con este tipo de productos”, señala Pascual. “En el mercado existen productos de apoyo pero no diseñados específicamente para personas con esta patología por lo que en muchas ocasiones el acceso a estos productos no es una solución para ellos. Buscamos que se sientan cien por cien seguros y orgullosos de utilizar estos productos”, añade.
El proyecto de Javier Pascual ha pasado a la primera fase de la final de este galardón internacional con AVA después de haber quedado finalista nacional del mismo premio, de entre los proyectos de más de 200 estudiantes de 24 universidades y escuelas de diseño españolas participantes en esta edición. Tres son los proyectos procedentes de España que pasan a la final internacional de este premio: el ganador de la edición nacional más los dos finalistas, siendo el de Javier Pascual uno de ellos.