Una investigación del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT ha logrado desarrollar un guante inteligente bordado que puede capturar, reproducir y transmitir instrucciones táctiles. De esta manera, el guante podría llegar a los cirujanos en sus operaciones.
No en vano, “ser capaz de comprender las interacciones táctiles es especialmente importante para tareas como aprender cirugías delicadas”, se explica desde la entidad. En este estudio, además del desarrollo del guante, también se ha dado con un “agente simple de aprendizaje automático que se adapta a cómo reaccionan los diferentes usuarios a la retroalimentación táctil, optimizando su experiencia”.
Para la creación del guante, ha sido necesario utilizar una máquina de bordar digital que integrase sensores táctiles y actuadores hápticos en los textiles, como se ha informado. Este tipo de tecnología es, por ejemplo, como la de los teléfonos móviles con pantallas táctiles.
Para la creación del guante, ha sido necesario utilizar una máquina de bordar digital que integrase sensores táctiles y actuadores hápticos
En una de las fases de prueba del estudio, se grabó una canción con las teclas de un piano utilizando el guante inteligente para capturar la secuencia de pulsación de las teclas con los dedos. El agente de aprendizaje automático convirtió la secuencia en “retroalimentación háptica”, y se introdujo en los guantes de los estudiantes para que siguieran las instrucciones.
“Con sus manos flotando sobre esa misma sección, los actuadores vibraron en los dedos correspondientes a las teclas de abajo. El canal optimiza estas direcciones para cada usuario, teniendo en cuenta la naturaleza subjetiva de las interacciones táctiles”, se ha explicado.
Yiyue Luo, autor principal del estudio, destaca que “los humanos realizan una amplia variedad de tareas interactuando constantemente con el mundo que los rodea. Normalmente no compartimos estas interacciones físicas con los demás. En cambio, a menudo aprendemos observando sus movimientos, como al tocar el piano y las rutinas de baile”.
Los guantes podrían transferir sensaciones de fuerza a brazos robóticos
Según el autor, la mayor dificultad de este estudio venía porque cada persona percibe la retroalimentación háptica de forma diferente, lo que hace complicado que se transmitan las interacciones táctiles. "Este obstáculo nos inspiró a desarrollar un agente de aprendizaje automático que aprende a generar hápticos adaptativos para los guantes de las personas, presentándoles un enfoque más práctico para aprender el movimiento óptimo".
Como explica el MIT, en la teleoperación robótica, los guantes podrían transferir sensaciones de fuerza a brazos robóticos, ayudándoles a completar tareas de agarre más delicadas. "Es como intentar enseñar a un robot a comportarse como un humano", subraya Luo.
Actualmente, la interfaz sólo puede ayudar con movimientos simples como presionar una tecla o agarrar un objeto. No obstante, "en el futuro, el sistema del MIT podría incorporar más datos de usuario y fabricar dispositivos portátiles más ajustados para explicar mejor cómo los movimientos de las manos impactan las percepciones hápticas".