La amenaza de la resistencia a los antibióticos aumenta a medida que las bacterias continúan evolucionando. Se prevé que para el año 2050, las bacterias resistentes a los antibióticos amenazan con cobrar más de 10 millones de vidas, ya que las terapias existentes resultan ineficaces.
En este sentido, los bacteriófagos o "fagos" se han convertido en una nueva fuente de esperanza contra la creciente resistencia a los antibióticos.
Ahora, un nuevo estudio dirigido por estudiantes de la Universidad de California ha proporcionado evidencia de que los fagos que se someten a un entrenamiento evolutivo especial aumentan su capacidad para someter a las bacterias.
"La resistencia a los antibióticos es inherentemente un problema evolutivo, por lo que este documento describe una posible nueva solución a medida que nos quedamos sin opciones de antibióticos", han explicado, al tiempo que han detallado que "usar virus bacterianos que pueden adaptarse y evolucionar a las bacterias huésped que queremos que infecten y maten es una vieja idea que se está reviviendo".
Los investigadores están ampliando sus hallazgos para investigar cómo los fagos entrenados previamente se desempeñan en bacterias importantes en entornos clínicos
El proyecto fue diseñado para entrenar fagos especializados para combatir las bacterias antes de que encuentren su objetivo bacteriano final. El estudio, realizado en matraces de laboratorio, demostró que están en juego los mecanismos evolutivos y adaptativos clásicos.
Las bacterias se movieron predeciblemente para contrarrestar el ataque de fagos. La diferencia estaba en la preparación ya que los fagos entrenados durante 28 días, fueron capaces de suprimir las bacterias 1.000 veces más eficazmente y de tres a ocho veces más que los fagos no entrenados.
Ahora, además, los investigadores ahora están ampliando sus hallazgos para investigar cómo los fagos entrenados previamente se desempeñan en bacterias importantes en entornos clínicos.