Son cuantiosos los ejemplos en los que la Realidad Virtual (VR) se ha aplicado a la práctica clínica. Su empleo para el tratamiento psicológico o la rehabilitación de pacientes, así como la formación de los profesionales sanitarios ha permitido que, en los últimos años, su desarrollo se haya acelerado de manera considerable. Tanto es así que el sector salud representa el 12% de los proyectos de VR que se desarrollan en España en la actualidad, según The App Date.
A pesar de que no se sabe hasta dónde llegará este fenómeno y cuál es su tope, las previsiones hablan de que la industria de realidad virtual en el mundo moverá un negocio de 11.800 millones de dólares en 2018 y alcanzará los 100 millones de usuarios en el año 2020. Aprovechando esta tendencia, en España no paran de aparecer casos y proyectos de VR relacionados con la asistencia sanitaria.
El dispositivo sirve como herramienta "para el tratamiento de los niños y sus familias durante el proceso del trasplante", y como plataforma con la que profesional obtiene un "feedback" del paciente
Uno de los últimos se está desarrollando por profesionales del equipo de la Unidad de Trasplantes Pediátricos del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, centro donde se ha iniciado el piloto de un programa, que bajo el nombre de ‘Virtual Transplant Reality (VTR)’ tiene como fin ofrecer atención psicológica a través de realidad virtual a niños y adolescentes trasplantados y a sus familias. El proyecto lo lidera Erika Guijarro, psicóloga especialista en el tratamiento psicológico a través de RV, quien ha explicado su desarrollo en declaraciones a SaluDigital.
GRAN POTENCIAL PARA PACIENTES TRASPLANTADOS
Debido a su experiencia con niños con trasplante hepático en el Hospital de La Paz, a través de la Asociación Española de Ayuda a Niños con Enfermedades Hepáticas y Trasplantados Hepáticos (Asociación HEPA), y sus anteriores trabajos con RV en los que ha tratado pacientes con diferentes fobias (conducir, volar, hablar en público, etc.), Guijarro planteó que los beneficios de esta técnica podrían ayudar a pacientes trasplantados y a sus familias.
De esta manera, esta profesional comenzó a hacer pruebas junto a la Asociación HEPA y tras consolidarse un grupo de trabajo decidieron unirse tanto al hospital como al Instituto de Investigación del centro (IdiPAZ), el Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital (U-tad) y la empresa Jump into Reality, de desarrollo de contenidos de realidad virtual y aumentada.
Al descubrir en poco tiempo el “potencial” que la realidad virtual podía tener en los pacientes trasplantados, el equipo creó ‘Virtual Transplant Reality’. Se trata, según Erika Guijarro, de “una herramienta y una plataforma”. Herramienta para psicólogos, en cuanto a que sirve “para el tratamiento y el diagnóstico de los niños y sus familias durante el proceso del trasplante”, y plataforma porque con ella se prevé que al profesional le llegue un “feedback” mediante información del paciente.
TRES PERSPECTIVAS
Con estas bases, el dispositivo está ideado para “ir adaptando el contenido a los pacientes”. Y no sólo para el proceso del trasplante, sino también para antes y después del mismo porque “al final se convierten en enfermos crónicos”. En este sentido, Guijarro ha explicado que VTR “no se va a centrar en los problemas de los pacientes sino en ellos para darles un papel activo”. De este modo, el objetivo final es “mejorar su calidad de vida y su bienestar psico-emocional”.
"El proyecto empieza en un entorno muy acotado, pero es muy ambicioso; pretende servir a todos a través de contenidos genéricos con muchas variables que el psicólogo va a ir adaptando al paciente"
Para ello, el instrumento creado se plantea desde tres perspectivas. En la primera, la fase preventiva, se busca “anticipar, planificar y tratar” situaciones que puedan generar ansiedad al paciente como la medicación o sedación anterior y durante prolongadas sesiones de pruebas y tratamientos. Así, se trata de dotar a los niños de estrategias para que “puedan hacer frente” a esos escenarios.
En la fase de distracción, se utilizarán gafas de RV para tratar de cambiar el centro de atención del paciente, entrenándole con diferentes situaciones. Por ejemplo, “en lugar de ver como las enfermeras les quitan drenajes o le ponen una canalización de una vía, le haremos ver otras situaciones” mediante juegos y ejercicios de realidad virtual. Finalmente, en la fase de concienciación, se buscará trabajar “el autocuidado, la adherencia terapéutica y su relación con el entorno (amigos, familia, colegio, etc.).
EXTRAPOLACIÓN A OTROS ENTORNOS
Actualmente, el proyecto se encuentra en la fase de desarrollo de experiencias de realidad virtual, periodo que durará “entre seis y doce meses”. A partir de contar con las primeras experiencias, el equipo que lidera Erika Guijarro espera comenzar a trabajar con los pacientes, “entre 60 y 80 que llegan a nuestro servicio”.
Por otra parte, uno de los objetivos de este proyecto es hacer pruebas en un entorno “conocido”, como es el del trasplante pediátrico y, en concreto, el hepático, para a continuación “poder extrapolarlo a cualquier tipo de trasplante, en niños y adultos”. Para ello, se tendría que “adaptar el contenido” a otras perspectivas aunque “los procesos psicológicos y las situaciones emocionales (el miedo, la ansiedad, la angustia, la frustración) son similares”.
De la misma manera, la idea del equipo es poder “compartirlo” con hospitales europeos aprovechando que el Hospital de La Paz coordina la Red Europea de Trasplante Pediátrico (TrasplantChild). “El proyecto empieza en un entorno muy acotado, pero es muy ambicioso porque pretende servir a todos a través de contenidos genéricos con muchas variables que el psicólogo va a ir adaptando al paciente. Al final, lo que queremos es mejorar la calidad del paciente en el ámbito en el que esté”, ha concluido.