Al tratarse de materiales blandos, los exoesqueletos compuestos por estos robots aportarían mayor seguridad a los pacientes que los sistemas rígidos
Concretamente estos robots, diseñados por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, son controlados mediante cambios en la presión del aire dentro de “globos blandos” en los que se insertan, logrando una flexibilidad que imita a la de los músculos. Entre otras aplicaciones, los investigadores usaron estos robots en el diseño de una cinta abdominal con componente inflables, similar a un exoesqueleto, para mantener a los pacientes en posición vertical durante los ejercicios de rehabilitación.
"Estamos trabajando con los fisioterapeutas del Hospital de la Universidad de Lausana (CHUV) que están tratando a víctimas de accidente cerebrovasculares", explica Matthew Robertson, el autor principal del proyecto, que asegura que "el cinturón está diseñado para soportar el torso del paciente y ayudar a restaurar la sensibilidad motora de la persona".
Una de las grandes bazas de los dispositivos que podrían crearse con estos robots, como explican los investigadores, cuyo proyecto ha sido publicado en la revista Nature-Scientific Reports, es que el uso de materiales blandos aportar mayor seguridad para los pacientes que los sistemas rígidos tradicionales. "Hay muy poco riesgo de hacerse daño si un paciente está usando un exoesqueleto formado por materiales blandos, por ejemplo", indica Jamie Paik, otro de los investigadores.