Detectar rápidamente una conmoción cerebral, tras recibir algún golpe, puede ser vital para la supervivencia de un paciente, especialmente para personas que realizan deportes de contacto. Por ello, y pese a que las pruebas objetivas para la detección de estas conmociones están poco desarrolladas aún.
Ahora, investigadores del Instituto de Tecnología Stevens, en Estados Unidos, han desarrollado una técnica de imagen que captura y magnifica el cerebro en movimiento, en tiempo real, cada vez que late el corazón, brindando una larga y esperada herramienta de diagnóstico para detectar afecciones difíciles de detectar, como conmociones cerebrales y aneurismas, antes de que pongan en peligro la vida.
El cerebro se mueve ligeramente con cada latido del corazón, pero estos movimientos son pequeños: del orden de diez a 150 micrómetros, menos que el ancho de un solo cabello humano. Como estos movimientos son tan pequeños, las técnicas de imágenes de resonancia magnética (IRM) estándar tienen dificultad para capturarlas y mostrarlas bien.
La técnica también detecta movimiento en áreas resistentes al movimiento, como la corteza frontal
Los investigadores colocaron un pulsómetro a pacientes sanos, coordinaron el tiempo del latido del corazón con las imágenes del cerebro y unieron las partes para crear un movimiento suave.
Tras esto comprobaron que las imágenes de vídeo resultantes conservaban las características espaciales de una resonancia magnética. Y es que, el cráneo y todas las características anatómicas se muestran a escala real, mientras aumentan significativamente el movimiento promovido por impulsos a medida que se animan.
De esta forma, encontraron que una IRM amplificada basada en fase produce menos errores y da mejor visibilidad que el método original, particularmente las áreas del cerebro que se mueven más, como el cerebro medio y la médula espinal, lo que ayuda a transmitir sensorialmente información al cerebro. La técnica también detecta movimiento en áreas resistentes al movimiento como la corteza frontal, que es importante para la planificación, el razonamiento y el juicio.