Curar las quemaduras lo antes posible puede ser crucial a la hora de evitar daños más graves en la piel. Sin embargo, los injertos de piel a menudo suelen tardar horas y el tiempo de recuperación puede ser largo y doloroso. Por ello, una startup nortemaricana ha desarrollado una pistola para la piel, que utiliza las células madre del propio paciente para curar heridas causadas por quemaduras en apenas 90 minutos.
Tras realizar algunas pruebas, el sistema demostró que hasta un 97,3% de las células madre pulverizadas permanecieron estables después de ser aplicadas por la pistola, y que en una superficie de unos ocho centímetros el dispositivo podía disparar más de 20.000 gotas, frente a las 91 que administran métodos convencionales, que implican depositar las células utilizando una jeringa.
Todo el proceso, además, puede realizarse en menos de dos horas de forma efectiva. Si bien, como señalan desde la compañía desarrolladora, el invento aún no cuenta con la aprobación de la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) para su comercialización, puesto que el dispositivo aún ha de demostrar su efectividad en más ensayos clínicos.
Tras realizar algunas pruebas, el sistema demostró que hasta un 97,3% de las células madre pulverizadas permanecieron estables después de ser aplicadas por la pistola
El dispositivo, llamado SkinGun, utiliza una solución líquida que contiene las propias células madre del paciente (obtenidas a partir de una pequeña muestra), para pulverizarla de forma uniforme y eficaz sobre la piel dañada. Gracias a ello, los investigadores calculan que se podría regenerar la piel en apenas cuatro días, frente a las semanas que puede prolongarse el proceso utilizando procedimientos más tradicionales.Tras realizar algunas pruebas, el sistema demostró que hasta un 97,3% de las células madre pulverizadas permanecieron estables después de ser aplicadas por la pistola, y que en una superficie de unos ocho centímetros el dispositivo podía disparar más de 20.000 gotas, frente a las 91 que administran métodos convencionales, que implican depositar las células utilizando una jeringa.
Todo el proceso, además, puede realizarse en menos de dos horas de forma efectiva. Si bien, como señalan desde la compañía desarrolladora, el invento aún no cuenta con la aprobación de la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) para su comercialización, puesto que el dispositivo aún ha de demostrar su efectividad en más ensayos clínicos.