Cada año, cientos de personas se someten a implantes cocleares para paliar la falta de capacidad auditiva cuando los audífonos no son suficientes. El implante coclear es un proceso de última tecnología que consiste en el implante de un transductor que transforma las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo. Para llevar a cabo este tipo de intervenciones, los cirujanos tienen que entrenar durante un largo periodo de tiempo, puesto que se perfora el hueso, el oído medio y la cóclea (caracol en el oído interno); un proceso en el que el si el polvo del hueso se introduce en el caracol, puede afectar al equilibrio.
Ante este complicado procedimiento, un grupo de bioingenieros de la Brunel University de Londres desarrolló un taladro robótico manual, tan sensible que puede perforar una cáscara de huevo y detenerse antes de llegar a la membrana.
El nuevo dispositivo cuenta con un sensor inteligente que es capaz de detenerse automáticamente antes de llegar a la delicada membrana que rodea el hueso del oído interno. Asimismo, la herramienta perfora a un ritmo más lento, lo que reduce el impacto y el contacto, lo que evita considerablemente la vibración y el riesgo de daño en la cóclea.
El dispositivo cuenta con un algoritmo de detección inteligente con una precisión micrométrica que percibe exactamente donde detenerse en la operación
En la actualidad, los cirujanos utilizan un taladro robótico conectado a un brazo mecánico pero con un sistema más complejo. La nueva máquina manual deja una huella más pequeña y depende más de la destreza del cirujano. Además, es más rápida de configurar y aprender a usar, unas ventajas que reducen los costos de capacitación de los profesionales sanitarios.
El sistema convencional se guía a lo largo de una ruta de perforación planificada de antemano, calculada a partir de una imagen de TC del oído interno del paciente, mientras que la nueva herramienta se ejecuta con un único algoritmo de detección inteligente con una precisión de nivel micrométrico. Sabe exactamente cuando detenerse.
El equipo de expertos ya ha utilizado con éxito el nuevo dispositivo de detección inteligente en humanos. En un estudio publicado en Robotic Surgery: Research and Reviews, el grupo practicó con un huevo y luego realizó la operación tres veces en personas, manteniendo intacta la delicada membrana endóstica.
"El taladro robótico guiado a mano produce resultados consistentes y aumenta el control y la habilidad del cirujano", apunta el informe. La ventaja es su flexibilidad para alterar la trayectoria del taladro, que es crucial para evitar resbalones. "Como resultado, se prevé un beneficio en la reducción del tejido traumático", según la investigación.