Descansar bien por la noche y disfrutar de un sueño reparador, mejora los síntomas de las pacientes con fibromialgia. Pero ¿cómo se puede conseguir que descansen? Un grupo de investigadores liderado por miembros de la Unidad de Resonancia Magnética del Servicio de Radiología, médicos del Servicio de Reumatología del Hospital del Mar e investigadores del Departamento de Psicología Clínica y de la Salud la Universidad Autónoma de Barcelona, ha analizado, por primera vez, los efectos de aplicar una vibración táctil suave a las enfermas de fibromialgia, a través de un colchón.
El estudio, publicado en la revista Arthritis Research & Therapy , y que ha contado con la participación de la Universidad Politécnica de Cataluña, señala los efectos logrados: la reducción de la fatiga, la reducción del dolor, así como una mejora en la calidad del sueño de las pacientes.
Se trata de un colchón normal, con el único añadido de incorporar unos motores que transmiten una ligera vibración táctil al cuerpo
Las pacientes con fibromialgia sufren un desequilibrio en su cerebro entre los impulsos sensitivos relacionados con el dolor, que se encuentran exacerbados, y los somatosensoriales, que se encuentran disminuidos. Un problema que se puede reparar en parte aplicando una estimulación suave durante la noche, como ha demostrado el estudio.
Para ello, los investigadores desarrollaron un modelo de colchón. Se trata de un colchón normal, con el único añadido de incorporar unos motores que transmiten una ligera vibración táctil al cuerpo. Uno de los autores del estudio, el doctor Joan Deus, de la Unidad de Investigación en Resonancia Magnética del Hospital del Mar y profesor agregado del Departamento de Psicología Clínica y de la Salud de la UAB, explica que han optado por esta estrategia para "potenciar y facilitar la adherencia al tratamiento por parte de los pacientes. Todo el mundo tiene que ir a dormir, por lo tanto, ya estás facilitando que las pacientes utilicen el colchón cada día. Basta pulsar un botón, que aplica la vibración".
VIBRACIÓN VS PLACEBO
Las 63 pacientes que participaron en el estudio se dividieron en dos grupos. El primero de ellos comenzó probando el colchón con la vibración táctil. En el caso del segundo, a las participantes se les dijo que probarían un inexistente sistema de ondas magnéticas (placebo). Ambos grupos probaron los colchones durante 3 semanas (21 días) y descansaron otras dos (15 días). Entonces, las primeras pacientes pasaron a probar el falso sistema magnético y las segundas las vibraciones táctiles. El objetivo de este diseño era comprobar el efecto real de la estimulación vibrotáctil suave nocturna sobre los síntomas principales de la fibromialgia.
La estimulación vibrotáctil se generaba a través de seis pequeños motores, distribuidos de forma simétrica por el colchón y que transmitían una ligera vibración durante 3 horas (2 horas durante la noche y una hora antes de levantarse) con una frecuencia variable, que iba de los 2 Hz a los 90 Hz, muy por debajo de los límites máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Con ella se quería comprobar si mejoraban cuatro parámetros clínicos que describen las pacientes, y que definen la fibromialgia: el dolor, la fatiga, la calidad del sueño y las alteraciones cognitivas. El doctor Deus apunta que "estas personas, a nivel de procesamiento sensorial, tienen una alteración, no procesan bien los impulsos sensitivos.
Los resultados demostraron una mejora en la fatiga del 25% y una mejora del dolor del 18%
La corteza somatosensorial del cerebro, que procesa la estimulación sensorial táctil, se encuentra hipoactivada en estas pacientes, es decir, con una actividad reducida. Y la vibración táctil profunda estimula la propiocepción, el tacto profundo, una información que va directamente a esta zona del cerebro". Por lo tanto, actuar permite restablecer, mejorar o normalizar el equilibrio de los impulsos sensitivos.
Los resultados demostraron una mejora en la fatiga del 25% respecto al inicio del ensayo o línea basal, el doble que el alcanzado sólo con el efecto placebo. En el caso del dolor, la mejora era del 18%. También mejoraba significativamente la calidad del sueño, mientras las alteraciones cognitivas lo hacían de forma más limitada respecto a la situación inicial y el placebo. Con estos datos, los autores del estudio creen que "esta estimulación vibrotáctil corporal general, 'recarga' las pilas de la persona".
Uno de los aspectos destacados es que en el grupo de pacientes que se sometió primero a la vibración y luego al placebo, la mejora se pudo empezar a registrar alquinto día de tratamiento y se prolongó, al menos, durante 5 semanas, mucho más que las pacientes que comenzaron con el falso tratamiento con ondas magnéticas.
MEJORA DE LOS SÍNTOMAS
Joan Deus destaca que la vibración "no es una técnica que cure la fibromialgia, sino que mejora una sintomatología altamente invalidante para las pacientes. Sólo mejoramos unos síntomas que permiten a la paciente tener una mejor calidad de vida". Ahora se analizará a través de imágenes de resonancia magnética si el tratamiento ha producido cambios en la conectividad funcional del cerebro de las participantes del estudio y, en una tercera fase, se buscarán las variables clínicas y marcadores de neuroimagen funcional que pueden influir en la respuesta positiva a la vibración.
También se estudiará si esta técnica es aplicable a otras patologías relacionadas con una mala calidad del sueño. "No sólo hemos podido encontrar un principio activo para mejorar algunos de los síntomas principales de la enfermedad, sino que hemos abierto una nueva línea de investigación para estudiar sus posibles efectos", remarca el autor principal del estudio.