¿Qué pasaría si pudieras tener un doctor las 24 horas al día, los siete días de la semana? ¿En un campus universitario o en el aeropuerto?
Eso precisamente es lo que la startup OnMed pretende hacer de manera virtualmente. Para ello, OnMed ha creado un kiosco interactivo de telemedicina que contiene cabinas de vídeo privadas que permiten a los médicos tomar de forma remota signos vitales y diagnosticar enfermedades. Asimismo, incluye una minifarmacia robótica que puede administrar medicamentos.
El kiosko puede proporcionar consultas a través de grandes pantallas de vídeo, con cámaras térmicas y de alta definición que le permiten al médico inspeccionar los ojos, oídos, nariz y garganta de los pacientes, o cualquier lesión de la piel. OnMed estima que las visitas durarán menos de 15 minutos y costarán menos que ir a una clínica.
Los medicamentos comunes se dispensan desde una bóveda automática, que también puede proporcionar scripts en papel o electrónicos para otras farmacias si hay algo fuera de stock
Entre los pacientes, las cabinas pueden desinfectarse usando luz ultravioleta. Además, los medicamentos comunes se dispensan desde una bóveda automática, que también puede proporcionar scripts en papel o electrónicos para otras farmacias si hay algo fuera de stock. Inicialmente, OnMed no recetará ningún medicamento programado.
Las estaciones de primera ejecución de OnMed están diseñadas para ser alojadas en interiores, como en centros médicos o en el lugar de trabajo.
Las unidades exteriores y móviles aún están en desarrollo, y la compañía dice que actualmente se encuentra en conversaciones con los sistemas de salud, las universidades y los principales aeropuertos para la colocación de sus unidades. La primera se lanzará a finales de este año.