Los investigadores creen que el sistema puede permitir el control de la salud ocular en zonas con bajos recursos, donde la presencia de dispositivos médicos sea menor
Así lo pone de manifiesto un estudio publicado en la revista Journal of Glaucoma, en la que los investigadores han utilizado ambos métodos, tanto la biomicroscopía, como el gadget para smartphones, en el análisis de hasta 100 pacientes con hipertensión ocular (OH) o glaucoma primario de ángulo abierto, obteniendo unas diferencias de precisión “no estadísticaticamente significativas”.Como señalan los desarrolladores, la difusión omnipresente de los teléfonos inteligentes, junto con sus características de conectividad y portabilidad, pueden ser un vehículo muy útil para el desarrollo de tecnologías que beneficien a la salud ocular. Y es que, según un estudio del Colegio de Optometristasde Reino Unido, el 5% de las personas mayores de 40 años reconocen no haberse comprobado la vista al menos en los últimos 10 años.
En el caso de D-Eye, añaden los investigadores, su funcionalidad puede permitir el control de la salud ocular en zonas con bajos recursos, donde la presencia de dispositivos médicos sea menor.