Lorena Aguirre Lavín | Madrid
Investigadores de la Cockrell School of Engineering de la Universidad de Texas (Estados Unidos) han diseñado un dispositivo óptico que puede reducir el número de biopsias innecesarias, ofreciendo una solución de menor coste rápida, completa y no invasiva, a la hora de detectar el melanoma y otras lesiones malignas del cáncer de piel.
De este modo, el nuevo dispositivo puede detectar lesiones cancerosas desde el principio, lo que lleva a mejores resultados en el tratamiento y, en última instancia, a salvar vidas. La propia sonda es del tamaño de un bolígrafo.
Por su parte, James Tunnell, profesor asociado en el Departamento de Ingeniería Biomédica de la mencionada universidad, dirigió un equipo de investigadores para desarrollar una sonda que combina tres formas únicas de utilizar la luz para medir las propiedades de los tejidos de la piel.
Los investigadores han comenzado a probar su dispositivo 3-en-1 en ensayos clínicos, y están asociándose con empresas y organismos de financiación para ayudar a llevar el dispositivo a los dermatólogos.
Actualmente, la única manera definitiva para diagnosticar el cáncer de piel es llevar a cabo una biopsia, en la que los médicos extraen una lesión cutánea sospechosa y luego examinan el tejido dañado bajo un microscopio para verificar si hay células cancerosas.
Tunnell cree que la nueva sonda desarrollada por su equipo podría llegar a ayudar a reducir el elevado número y el costo de biopsias negativas.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
Investigadores de la Cockrell School of Engineering de la Universidad de Texas (Estados Unidos) han diseñado un dispositivo óptico que puede reducir el número de biopsias innecesarias, ofreciendo una solución de menor coste rápida, completa y no invasiva, a la hora de detectar el melanoma y otras lesiones malignas del cáncer de piel.
De este modo, el nuevo dispositivo puede detectar lesiones cancerosas desde el principio, lo que lleva a mejores resultados en el tratamiento y, en última instancia, a salvar vidas. La propia sonda es del tamaño de un bolígrafo.
Por su parte, James Tunnell, profesor asociado en el Departamento de Ingeniería Biomédica de la mencionada universidad, dirigió un equipo de investigadores para desarrollar una sonda que combina tres formas únicas de utilizar la luz para medir las propiedades de los tejidos de la piel.
Los investigadores han comenzado a probar su dispositivo 3-en-1 en ensayos clínicos, y están asociándose con empresas y organismos de financiación para ayudar a llevar el dispositivo a los dermatólogos.
Actualmente, la única manera definitiva para diagnosticar el cáncer de piel es llevar a cabo una biopsia, en la que los médicos extraen una lesión cutánea sospechosa y luego examinan el tejido dañado bajo un microscopio para verificar si hay células cancerosas.
Tunnell cree que la nueva sonda desarrollada por su equipo podría llegar a ayudar a reducir el elevado número y el costo de biopsias negativas.
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