La empresa Philips e investigadores del Hospital General de Massachusetts, la Universidad de Ciencia y Tecnología de Mbarara en Uganda y el Instituto de Tecnología de Massachusetts, han desarrollado un dispositivo que ayuda a resucitar de manera segura a los recién nacidos asfixiados.
Este Resucitador Infantil Aumentado de Philips (AIR) se acopla a casi todos los reanimadores manuales de bolsa-válvula-mascarilla para medir y ayudar a regular el flujo que se entrega al bebé.
El Resucitador Infantil Aumentado monitorea si la ventilación provista es apropiada, al medir el flujo de aire y la presión
Y es que, en la actualidad, con demasiada frecuencia la reanimación manual no tiene éxito, especialmente en áreas de escasos recursos que no tienen acceso a equipos costosos. Los médicos pueden administrar demasiado aire o muy poco, hacerlo demasiado rápido o demasiado lento, con presiones máximas de las vías respiratorias que pasan por el techo y, a menudo, lesionan al niño en el proceso.
En este sentido, el Resucitador Infantil Aumentado monitorea si la ventilación provista es apropiada, al medir el flujo de aire y la presión, y da señales inmediatas si el proveedor se desvía. Las advertencias proporcionadas apuntan a problemas como un sello de máscara suelto, signos de una vía aérea bloqueada, tasa de ventilación inadecuada y respiraciones que son demasiado potentes.
El dispositivo se puede usar sin un paciente para capacitar a los médicos de manera que, cuando se usa en la práctica, no hay dudas y la terapia se administra en consecuencia. Philips cree que su dispositivo ''podría reducir las muertes neonatales relacionadas con la asfixia al nacer en un 30 por ciento, y las muertes por prematuridad en un 10 por ciento''.