Científicos de Singapur han desarrollado un termogel biofuncional, un tipo de polímero sintético, para prevenir la cicatrización causada por una cirugía del desprendimiento de retina.
La vitreorretinopatía proliferativa ocurre cuando la cicatrización de la retina impide que ésta se cure y vuelva a colocarse en su lugar, y representa más del 75% de las cirugías del desprendimiento de retina, y puede provocar pérdida de la visión o incluso ceguera.
Las opciones de tratamiento actuales se limitan a la extirpación quirúrgica de estas membranas cicatriciales con recuperación visual vigilada. Ahora, los investigadores destacan el potencial del uso de polímeros sintéticos solos para modular el comportamiento celular y, por primera vez, ofrecen una nueva terapia basada en termogel para prevenir la cicatrización de la retina.
Concretamente, el equipo demostró que un termogel biofuncional solo puede prevenir la cicatrización de la retina en un modelo preclínico que imita la enfermedad humana. Utilizando células de la retina, el equipo observó que el termogel impedía el desarrollo de las membranas cicatriciales al modular comportamientos celulares como la proliferación y la migración.
El termogel activó una proteína llamada factor nuclear eritroide 2 relacionado con el factor 2 (NRF2) para iniciar una serie de reacciones químicas y así prevenir la cicatrización
De este modo, a través de un análisis transcriptómico de todo el genoma para perfilar la expresión génica celular, revelaron que el termogel activó una proteína llamada factor nuclear eritroide 2 relacionado con el factor 2 (NRF2) para iniciar una serie de reacciones químicas y así prevenir la cicatrización.
"Nuestro estudio ofrece información sobre cómo los polímeros sintéticos ya no funcionan simplemente como portadores de fármacos inertes. Desafía la creencia convencional de que siempre se requiere el uso de un fármaco de molécula pequeña para lograr un efecto terapéutico. Más allá de la oftalmología, esta biofuncionalidad única del termogel también se puede aplicar a otras enfermedades, como la ortopedia, donde la cicatrización de las articulaciones intraarticulares podría ser un problema", señalan.
"Cuando desarrollamos por primera vez este termogel biofuncional en IMRE, nos dimos cuenta de que era un importante paso adelante en el desarrollo de polímeros biodegradables de última generación. Su capacidad para imitar y sustituir el vítreo dada la biocompatibilidad del material lo hace útil para muchas otras aplicaciones biomédicas", indican.
El equipo continuará probando la seguridad y la eficacia de este polímero para la reparación del desprendimiento de retina y la prevención de la PVR utilizando modelos de enfermedades preclínicas adicionales y tiene como objetivo diseñar la próxima generación de polímeros con modificaciones químicas para provocar comportamientos celulares específicos e identificar aplicaciones alternativas del termogel más allá de la oftalmología.