Cuando se habla de telerradiología, se asocia rápidamente, a radiografías o escáners, pero también a imagen digital... ¡Bingo! Según el 'Manual de salud electrónica para directivos de servicios y sistemas de salud', la telerradiología es el resultado de la combinación de los sistemas de imagen médica digital con la telemedicina.
Se trata de una de las aplicaciones más potentes que los servicios autonómicos de salud pusieron en marcha hace ya unos años. Básicamente, con la telerradiología se consigue la transmisión electrónica de imágenes radiológicas de un lugar a otro.
Entre los beneficios que están detrás de esta disciplina o técnica se encuentra la accesibilidad a la asistencia de salud que ofrece, dotando de cobertura a centros que por su volumen o naturaleza no disponen de radiólogos en su plantilla.
Reduce los tiempos de espera y los costes de desplazamiento de los pacientes
Además, disminuye los tiempos de espera y reduce los costes de desplazamiento y estancia de los pacientes, entre otros.
Sin embargo, también plantea una serie de problemas como el elevado coste inicial por la infraestructura tecnológica necesaria, la confidencialidad de la información o incluso la resistencia de los profesionales ante el cambio de métodos de trabajo y ante el aumento de la zona de cobertura y de la cantidad de pacientes bajo su responsabilidad.
La telerradiología es útil para zonas de gran extensión geográfica o dispersión poblacional, en donde se puede conseguir un máximo aprovechamiento de los recursos y dar asistencia a todas las personas.