Los cuidados paliativos en pacientes ambulatorios con cáncer se enfrentan a numerosos retos ante los que la telemedicina se erige como uno de los grandes aliados. Las visitas a los centros médicos u hospitales pueden suponer para estos pacientes un problema y, en el caso de los sistemas sanitarios, es necesario que cuenten con espacios adecuados para la prestación de este tipo de cuidados. Motivos por los que la telemedicina ha comenzado a ganar terreno ya que permite que el paciente, desde la comodidad de su domicilio reciba los cuidados por parte de los profesionales.
Una oportunidad que en países como Estados Unidos, donde la sanidad no es gratuita, resulta de vital importancia ya que ahorra sobrecostes económicos a estos pacientes y puede ayudar a solventar la escasez de profesionales médicos especialistas en cuidados paliativos.
De acuerdo a la investigación publicada en Annual Review of Public Health en 2014 y de la que se hacen eco en Medscape, en Estados Unidos hay aproximadamente un médico de cuidados paliativos por cada 20.000 estadounidenses adultos con una enfermedad que limita de algún modo su vida. En 2019 y de acuerdo al informe del Center to Advance Palliative Care, solo el 72% de los hospitales estadounidenses que cuentan con más de 50 camas tienen un equipo especialista de cuidados paliativos.
En el ámbito de los cuidados paliativos el sistema sanitario estadounidense es ineficaz. Los profesionales, ante la escasez de los mismos, atienden a estos pacientes como parte de sus visitas rutinarias a centros de Atención de Primaria o por las visitas a otros especialistas lo que limita el poder brindar unos cuidados paliativos eficientes.
La telemedicina puede solucionar de forma eficaz estos obstáculos, aunque plantea otros retos como la necesidad por parte del paciente de disponer de dispositivos electrónicos y conexión a internet. Además, mediante el uso de la tecnología, se pierde en parte el lado humano tan importante en la prestación de cuidados paliativos como son el contacto y la calidez humana que no pueden transmitirse de igual forma a través de una pantalla o la voz.
En Estados Unidos hay aproximadamente un médico de cuidados paliativos por cada 20.000 estadounidenses adultos con una enfermedad que limita de algún modo su vida
A pesar de estos problemas, diversos estudios como ENABLE defienden las oportunidades que ofrece la telemedicina a la hora de complementar la atención oncológica habitual con cuidados paliativos educativos a través del teléfono, por ejemplo, una vez a la semana. El uso de estas técnicas ha mejorado tanto la calidad de vida como el ánimo de los pacientes tal y como publicaba en 2009 la revista JAMA en relación al referido estudio.
En este punto ponemos el foco en los resultados del informe REACH PC, sobre el uso de la telemedicina en cuidados paliativos, cuyos resultados han sido analizado por la doctora Jennifer S. Temel del Massachusetts General Hospital en el 2020 ASCO Virtual Quality Care Symposium.
Solo el 1,4% de los médicos reportó dificultades a la hora de abordar temas complicados o incómodos en vídeo, y solo el 1,5% aseguró haber tenido problemas a la hora de establecer relaciones
Para este estudio se necesitaban 1.250 pacientes, pero solo han conseguido inscribir a 581. Entre los principales motivos para negarse a participar encontramos que un 35,1% no estaba interesado en la investigación, un 22,9% no estaba interesado en los cuidados paliativos y el 7,6% mostró su “malestar con la tecnología”.
Entre los pacientes que iniciaron el estudio el abandono de los que recibía cuidados paliativos a través de la telemedicina fue ligeramente mayor que los que recibían estos cuidados de forma habitual: 13,6% vs 9,1%. El 64,3% de los médicos que prestaron servicios de cuidados paliativos mediante la telemedicina aseguran que no experimentaron ningún tipo de problema y, en los casos en los que se ha producido alguno, el 19,1% ha sido debido a dificultades técnicas.
Un dato esperanzador es que solo el 1,4% de los médicos reportó dificultades a la hora de abordar temas complicados o incómodos en vídeo, y solo el 1,5% aseguró haber tenido problemas a la hora de establecer relaciones.
La telemedicina avanza de forma progresiva y su implantación se ha visto acelerada por la pandemia. Pero aún queda un largo camino por recorrer en el que es muy importante trabajar en la definición y difusión de estrategias prácticas que garanticen la comunicación y apostar por el desarrollo tecnológico para facilitar la creación de relaciones de confianza entre médicos y pacientes.