Ningún lector caerá en sorpresa al enfrentar esta afirmación: las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han transformado la forma de entender la atención sanitaria. Una de las 'alumnas aventajadas' del desarrollo tecnológico es la teledermatología, esto es, la práctica de la especialidad de Dermatología a través de las TIC.
Ya en el año 1995 diversos autores definieron la teledermatología como la "evaluación clínica de las lesiones cuatáneas por dermatólogos mediante técnicas de telemedicina, lo que permite el diagnóstico y tratamiento de los pacientes a distancia". Desde entonces, la capacidad visual que brinda la propia Dermatología ha sido su principal valedora para que la teledermatología se sitúe, más de dos décadas después, como la especialidad clínica con más desarrollo en telemedicina.
La teledermatología, explican los especialistas, tiene la capacidad de desarrollarse a través de dos fórmulas diferentes: en diferido, denominada también asíncrona o de almacenamiento (TDA), o a tiempo real la variante sincrónica, que se realiza mediante videoconferencia.
La capacidad visual que brinda la propia Dermatología ha sido su principal valedora para que la teledermatología se sitúe, más de dos décadas después, como la especialidad clínica con más desarrollo en telemedicina
La primera, en la que no se precisa que el paciente, consultor y dermatólogo estén en comunicación al mismo tiempo, ha demostrado más beneficio que los sistemas a tiempo real o por videoconferencia, donde se requieren uno medios técnicos más sofisticados, cuya calidad de imagen no ha superado a la de las cámaras digitales convencionales y presentan la dificultad organizativa de establecer una conexión en directo entre el paciente, el médico consultor y dermatólogo aumentado su complejidad. Hoy en día, la teledermatología asíncrona es la modalidad predominante y la que se está imponiendo.
ALIADA DE DIVERSAS ESPECIALIDADES
Es preciso subrayar que, a día de hoy, son numerosas las especialidades médicas que han incorporado sistemas de teledermatología en sus rutinas asistenciales diarias. Entre ellas figuran, fundamentalmente, aquellas que se sirven de un soporte de imagen, como Radiología o Anatomía Patológica, aunque también se ha desarrollado en la asistencia a distancia en situaciones de urgencias o emergencias sanitarias, control de enfermos a domicilio o en especialidades como Oftalmología, Cirugía, Psiquiatría, Pediatría, Oncología o Cardiología.
El cambio paradigmático ha venido de la mano de la telerradiología. Si bien hubo resistencias iniciales, se está produciendo la transición a los sistemas digitales en casi todos los centros hospitalarios. La revolución, apuntan los expertos, es total: las placas radiológicas desaparecen físicamente, el acceso es ahora posible online por múltiples usuarios y de forma simultánea, las imágenes pueden ser manipuladas para mejorar su visualización, toda vez que se permite el teletrabajo de los especialistas.
En paralelo, la telepatología ha experimentado un gran impulso en los últimos años. Las dificultades debidas al gran tamaño de los archivos de imagen generados al digitalizar preparaciones histológicas han sido superadas y el uso de sistemas de telepatología es una realidad con interesantes aplicaciones en el campo de la dermatopatología.
En suma, añaden los especialistas en teledermatología, este tipo de transformaciones del método de trabajo repercuten tanto en el medio hospitalario como extrahospitalario, promoviendo nuevos y prometedores cauces de comunicación entre diferentes niveles asistenciales.