Los pacientes que presentaban una actividad energética cerebral por debajo del umbral del 42% de lo normal, permanecían en coma, mientras que los que lo superaban, despertaban
Como explican los investigadores en un estudio, publicado en la revista científica Current Biology, la técnica utiliza la tecnología PET (tomografía por emisión de positrones), combinada con el TAC (tomografía computorizada) para estudiar el consumo de azúcar que realizan las células cerebrales de estos pacientes y, por tanto, que consumo energético tienen. Para ello, inyectaron glucosa marcada con una molécula en el torrente sanguíneo de los pacientes, para que el escáner capturara la glucosa consumida por las diferentes partes del cuerpo.Y es que, como señala Ron Kupers, uno de los investigadores, "en casi todos los casos, el consumo energético del cerebro predice directamente bien, el nivel actual de conciencia o bien, de su posterior recuperación", señala en declaraciones recogidas por la propia revista.
Para probar su test, los investigadores realizaron el seguimiento de 131 pacientes en coma. Un año después, comprobaron cuáles de ellos habían despertado del coma y se contrastó el resultado con los datos obtenidos en el escáner.
"En resumen, nuestros resultados indican que hay un requerimiento energético mínimo para que la conciencia sostenida vuelva a surgir después de una lesión cerebral", concluye Kupers, que espera seguir probando la técnica con más pacientes.