La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en todos los sectores de una manera muy clara y positiva, en el caso del sistema sanitario, ha conseguido mejorar la eficiencia y precisión del diagnóstico y de los tratamientos personalizados, lo que a su vez lleva a una mejor atención al paciente y una reducción de los costes. Además, tiene la capacidad de ayudar a los profesionales en la toma de decisiones al proporcionar datos más precisos en un menor tiempo.
El investigador de Salud en TECNALIA, Borja Bonail, recalca que uno de los puntos más importantes de la aplicación de la IA en la atención médica es la mejora de la gestión de los recursos médicos. Sus 15 años de experiencia en salud digital y en tecnologías como la robótica le han permitido comprobar que los hospitales y las clínicas funcionan mucho mejor gracias a la programación de citas y procedimientos mediante la IA, reduciendo los tiempos de espera y mejorando la satisfacción de los pacientes.
Una de las principales dudas que surgen en la sociedad con la IA es el lugar en el que quedan los médicos. Sin embargo, Bonail, explica que para conseguir el mejor resultado posible se necesita de una unión entre ambas partes, es decir, que los profesionales de la salud “aprendan a trabajar en colaboración con la IA para aprovechar al máximo sus beneficios”. Sin olvidar que esta práctica debe ser “ética y segura” gracias a las políticas claras y protocolos de seguridad de las organizaciones médicas.
Los hospitales y las cínicas funcionan mucho mejor gracias a la programación de citas y procedimientos mediante la IA, reduciendo los tiempos de espera y mejorando la satisfacción de los pacientes
En línea con la capacidad de ayudar en la toma de decisiones, destaca el concepto de “modelos explicables”. El investigador aclara que se trata de una técnica de IA que proporciona una explicación clara y comprensible de cómo se llega a una determinada decisión o resultado. “Estos modelos son de gran importancia en la atención médica, ya que es esencial que los médicos y otros profesionales de la salud comprendan cómo funcionan”.
Concretamente, los modelos se basan en algoritmos “sencillos” con el objetivo de que los profesionales puedan comprender a primera vista qué está sucediendo. Aumentando así, la confianza en el uso de la IA y mejorando la colaboración entre las partes involucradas.
De cara al futuro, Bonail apunta que es “probable” que los modelos explicables se vuelvan cada vez más sofisticados a medida que se desarrolle la tecnología de la IA. Incluyendo técnicas de aprendizaje profundo, Deep Learning, que permitirán analizar grandes cantidades de datos de manera más eficiente; y mejorando la transparencia y la responsabilidad de los sistemas de IA, “lo que podría aumentar aún más la confianza en su uso en una variedad de aplicaciones en todo el mundo”.
Por lo tanto, tal y como se puede comprobar a día de hoy, la IA tiene un impacto evidente y positivo en todas las etapas sanitarias. En primer lugar, con la eficiencia y precisión en el diagnóstico, clave en los siguientes pasos del proceso gracias a la mejora de la atención y la reducción de los costes. Posteriormente, la gestión de las citas y procedimientos mediante herramienta de IA ayuda de nuevo en el apartado del tiempo y en la personalización de cada usuario.
Por último, y con cierta ventaja sobre las demás utilidades, se encuentra el análisis de grandes bases de datos que antes recaían sobre los profesionales. Ahora, gracias a la IA se acelera tanto el descubrimiento de tratamientos como de terapias y fármacos. Una utilidad que va muy en línea con la incorporación de la IA al Espacio Europeo de Datos Sanitarios, ya que, al proporcionar una fuente centralizada de datos de salud, este espacio de datos “puede ayudar a los investigadores y profesionales médicos a acceder a grandes cantidades de datos de manera más eficiente”.
Las organizaciones médicas deben establecer políticas claras y protocolos de seguridad para garantizar que la IA se use de manera ética y segura
A la hora de analizar cuál es el siguiente paso en el camino del espacio de datos sanitarios, el investigador apunta a la personalización de la atención médica y la mejora de precisión de diagnóstico, que a pesar de estar tan avanzadas todavía pueden mejorar. “Con la cantidad de datos médicos disponibles, es posible que la IA pueda hacer predicciones más precisas sobre la prevalencia de ciertas enfermedades y sobre los tratamientos que son más eficaces", apunta.
A pesar de las grandes ventajas con las que cuenta la IA, “que tiene el potencial de mejorar significativamente el sistema sanitario en muchos aspectos”, Borja Bonail no se quiere olvidar de los peligros. Por ello, destaca el papel de la ciberseguridad y la importancia de desarrollar soluciones más innovadoras en este ámbito, dirigidas siempre a “garantizar la privacidad y seguridad de los datos de los pacientes”. Una tarea que recae sobre las organizaciones médicas que deben establecer políticas claras y protocolos de seguridad para garantizar que la IA se use de manera ética y segura.