Los investigadores de KU Leuven (Bélgica) han desarrollado una técnica de impresión 3D que amplía las posibilidades de las pruebas de flujo lateral. Con la nueva técnica de impresión, se pueden producir pruebas de diagnóstico avanzadas que son rápidas, económicas y fáciles de usar.
Concretamente, usando una impresora 3D, los investigadores han fabricado una versión 3D de una prueba de flujo lateral. La base es un pequeño bloque de polímero poroso, en el que se imprimen 'tintas' con propiedades específicas en ubicaciones precisas.
De esta forma, se imprime una red de canales y pequeños 'candados' que dejan pasar o bloquear donde y cuando sea necesario, sin necesidad de piezas móviles. Durante la prueba, la muestra se guía automáticamente a través de los diferentes pasos de la prueba. De esa forma, se pueden seguir incluso protocolos complejos.
Los investigadores han evaluado su técnica reproduciendo una prueba ELISA, que se utiliza para detectar inmunoglobulina E (IgE)
Los investigadores han evaluado su técnica reproduciendo una prueba ELISA (ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas), que se utiliza para detectar inmunoglobulina E (IgE). La Ig E se mide para diagnosticar alergias. En el laboratorio, esta prueba requiere varios pasos, con diferentes enjuagues y un cambio de acidez.
Esta técnica no solo ofrece oportunidades para un diagnóstico más barato y rápido en los países desarrollados, sino también en países donde la infraestructura médica es menos accesible y donde existe una gran necesidad de pruebas de diagnóstico asequibles.
El grupo de investigación está diseñando actualmente su propia impresora 3D, que será más flexible que el modelo comercial utilizado en el estudio actual.