Investigadores de la Universidad de Tohoku (Japón), del Instituto de Ciencia de Estructura de Materiales (IMSS-KEK; Ibaraki, Japón) y de otras instituciones científicas demuestran que mediante una prueba de diagnóstico por imagen como es la elastografía de rayos X, una técnica no invasiva que mapea las propiedades elásticas y la rigidez de los tejidos blandos para proporcionar información útil a los médicos a la hora de establecer un diagnóstico clínico.
Los resultados de esta investigación fueron publicados, recientemente, en la revista Applied Physics Express, donde se explica ampliamente en qué consiste la técnica.
La Elastografía utiliza los ultrasonidos para valorar la elasticidad o dureza de un tejido o de un nódulo, mediante la tensión y compresibilidad que producen las ondas ultrasónicas en los tejidos del organismo.
El resultado de unir las prestaciones de la elastografía con las de los rayos X daría lugar a la obtención de imágenes con una resolución mucho más alta, capaces de detectar posibles lesiones en la escala de micras en lugar de milímetros.
La resonancia magnética, por su parte, funciona mediante el uso de imanes muy fuertes para forzar a los protones en el cuerpo a alinearse con un campo magnético. En el tiempo que tardan esos protones en hacer este movimiento se va originando una historia similar sobre tejidos rígidos o duros.
"Una mayor precisión facilita la identificación de lesiones más pequeñas o más profundas lo que permite adelantarse a una futura patología”, indicó el investigador principal del estudio, Wataru Yashiro, profesor asociado del Instituto de Investigación Multidisciplinaria para Materiales Avanzados (IMRAM) de la Universidad de Tohoku,
Los investigadores japoneses han avanzado que lo siguiente es crear imágenes en 3D y desarrollar equipos de elastografía de rayos X para diagnósticos médicos.