Recientemente, el trabajo conjunto de profesionales de los hospitales Puerta de Hierro de Majadahonda y La Paz de Madrid ha permitido corregir con éxito una alteración motora grave del esófago de un niño. Para ello, se empleó la novedosa técnica endoscópica POEM, que no requiere cirugía. Además, permite el tratamiento exitoso de una amplia variedad de trastornos de la motilidad del esófago.
La técnica Per-Oral Endoscopic Miotomy (POEM) consiste en la realización de un extenso corte en la capa muscular del esófago mediante endoscopia y la previa realización de un túnel en la capa intermedia de la pared esofágica, según ha explicado para Salud Digital el doctor Alberto Herreros de Tejada, Jefe de Sección de la Unidad de Endoscopias del Servicio de Digestivo del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda. Este procedimiento se lleva a cabo, de manera exclusiva, por endoscopia bajo anestesia general. Debido a que no se lleva a cabo ninguna cirugía, la POEM permite la recuperación del paciente y la vuelta a su vida normal en 48 horas.
Alberto Herreros de Tejada: “Tras el tratamiento, existe mejoría de todos los síntomas relacionados con el trastorno”
Generalmente, suele emplearse en patologías como la acalasia, espasmo esofágico difuso y esófago hipercontráctil, y su tasa de éxito se sitúa entre el 94% y el 98%. “Tras el tratamiento, existe mejoría de todos los síntomas relacionados con el trastorno”, continúa el doctor del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda. Sin embargo, aunque no es común, la técnica puede conllevar riesgos de hemorragia diferida, neumomediastino, neumotórax y dolor residual o efectos adversos como reflujo gastroesofágico en un 20% o 40%.
A pesar de ello, “actualmente la POEM ha igualado a la cirugía clásica, la Miotomía Heller, en las guías clínicas de las diferentes sociedades científicas internacionales”, comenta el doctor, que añade que “cada vez va ganando adopción en todo el mundo, desde su primera descripción en Japón hace menos de 15 años”. De acuerdo con el doctor, a raíz de la expansión y conocimiento de la técnica, se ha observado un aumento de la demanda por parte de centros con secciones dedicadas al diagnóstico de trastornos motores esofágicos, concretamente las Unidades de Motilidad Digestiva.
“Me consta que otros centros de Madrid y resto España están poniendo en marcha programas de formación en la técnica. Para realizar esta técnica, es imprescindible contar con un equipo experto de Unidades de Motilidad Digestiva y de técnicas de endoscopia avanzada, con buena coordinación”, comenta el doctor Herreros de Tejada.
El objetivo principal de la técnica es tratar patologías motoras del esófago mediante un procedimiento mínimamente invasivo, lo que permite que el paciente se recupere más rápidamente. Además, “se diferencia fundamentalmente en un mayor éxito de resultado clínico que técnicas como dilatación con balón o inyección de toxina botulínica, y respecto a la cirugía en una menor morbilidad y mayor recuperación a la vida normal, sin un periodo post-quirúrgico prolongado”, prosigue el doctor el Hospital Puerta de Hierro.
En lo referente a niños, su aplicación se ha descrito en algunos estudios en series cortas o, según añade el experto, de manera anecdótica. Los resultados a corto y medio plazo han sido similares en eficacia y seguridad a la población adulta. Por ello, se empleó hace unas semanas en un paciente de 14 años que padecía acalasia tipo II.
Alberto Herreros de Tejada: “Me consta que otros centros de Madrid y resto España están poniendo en marcha programas de formación en la técnica"
“Para lograr el hito, se realizó la preparación y la coordinación con los servicios de Pediatría y Anestesia Pediátrica del Hospital Puerta de Hierro, así como con el Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario La Paz. Existe una alianza estratégica entre ambos hospitales para la realización de determinados procedimientos como, por ejemplos, el trasplante pulmonar infantil”, explica el experto.
De este modo, sehabilitó una cama de cuidados intensivos pediátricos para la atención de posibles complicaciones tras la intervención y, además, se llevó a cabo una organización interna en la Unidad de Endoscopia para la cobertura del caso y para estar localizados durante el ingreso del paciente, según informa el doctor. El equipamiento utilizado durante la intervención es similar al de los adultos.
Los pacientes aptos para someterse a esta intervención se seleccionan gracias a un diagnóstico manométrico, que consiste en examinar las presiones a diferentes niveles o la fuerza de contracción de distintos órganos, como pueden ser el esófago, la faringe, el tramo final del intestino o el suelo pélvico. También se lleva a cabo un diagnóstico radiológico del trastorno motor y se comprueba que no existan contraindicaciones especiales.