Nuestra capacidad reproductiva radica en el correcto funcionamiento de ciertas poblaciones neuronales. Simultáneamente, estas se conectan necesariamente con otros sistemas hormonales situados en la hipófisis (glándula de secreción interna del organismo ubicada en la base del cráneo) y las gónadas (testículos u ovarios).
Conocer cómo operan estos fenómenos para determinar, por ejemplo, la ovulación es una de las piezas estudiadas en el proyecto europeo CRISPR-KISS1, que utiliza la técnica de edición genética CRISPR para profundizar en el conocimiento del funcionamiento de las kisspeptinas, neuropéptidos determinantes de varios procesos reproductivos, en cuya caracterización viene trabajando desde hace años un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba, coordinado por el catedrático en Fisiología, Manuel Tena Sempere, con la participación del investigador, David García Galiano, y la colaboración de la Universidad de Cambridge.
El proyecto europeo CRISPR-KISS1 pretende crear una plataforma que permita la edición genética invivo en la población de neuronas productoras de kisspeptinas. “Si este sistema no funciona, el individuo no tiene pubertad y, en consecuencia, será infértil”, recalca el catedrático Manuel Tena Sempere.
La utilización de esta técnica permite conocer con más detalle cómo se regula la actividad de las neuronas clave en el control de la reproducción
La utilización de esta técnica permite conocer con más detalle cómo se regula la actividad de las neuronas clave en el control de la reproducción.
Estos estudios permitirán sentar las bases para un mejor entendimiento de patologías reproductoras frecuentes, tales como infertilidad o alteraciones de la pubertad, y especialmente, las que aparecen asociadas a condiciones metabólicas desfavorables, como la obesidad, la malnutrición o el síndrome de ovario poliquístico.
Según aclara el investigador, David García Galiano, “también podemos trasladar este conocimiento a entender las bases neuroendocrinas de procesos como la menopausia, determinando qué alteraciones se producen y, entendiendo esos mecanismos, poder diseñar diferentes estrategias terapéuticas”.