Un equipo de investigadores de la Universidad de Texas A&M ha diseñado un dispositivo sintético para curar lasrodillas lesionadasque mejora la opción de los autoinjertos. Se trata de los tapones osteocondrales regenerativos recubiertos con cartílago (CC-ROP), una especie de ‘tapón’ que también se presenta como una alternativa a la cirugía de reemplazo total de la rodilla.
Estos tapones osteocondrales se componen de una cubierta de hidrogel ultrarresistente inspirada en las propiedades del cartílago natural y de una base de polímero o plástico poroso. Esta base porosa permite el crecimiento de nuevo tejido óseo, mientras que la cubierta de hidrogel proporciona el ‘cartílago’ necesario para asegurar la función articular de la rodilla.
Los CC-ROP ofrecen una ventaja significativa frente a otros métodos de curación de rodilla: el tratamiento conservador de los trastornos osteocondrales de rodilla comprende la inmovilización articular y la pauta de analgésicos para controlar el dolor, pero si la afección es avanzada o grave, es necesaria la cirugía. La vía quirúrgica comprende el reemplazo total de la rodilla o el autoinjerto.
En EEUU se realizan aproximadamente 790.000 reemplazos totales de rodilla cada año
Los autoinjertos se basan en la extracción de ‘tapones’ cilíndricos de secciones no dañadas de la rodilla del paciente para su posterior implantación en un orificio o en varios orificios perforados en el área afectada. Con el paso del tiempo, el hueso y el cartílago crecen sobre la zona, pero la efectividad de esta opción de tratamiento es limitada si el paciente tiene más de 40 años (por la posible disminución de su densidad ósea), o si la lesión de la articulación es grande.
En los casos en los que el autoinjerto no se presenta como una vía de tratamiento apropiada o eficaz, los médicos plantean el reemplazo total de rodilla, que a veces es la única opción para el paciente. Con ella se sustituyen las partes de la rodilla dañadas del paciente por otras artificiales. En concreto, el cirujano retira el cartílago dañado y una pequeña cantidad de hueso subyacente para reemplazarlos por componentes metálicos y un espaciador de plástico.
El reemplazo total de rodilla es un procedimiento seguro para reanudar la función articular, pero es muy invasivo. Por ello, previamente a esta opción se plantean los injertos. Sin embargo, los nuevos CC-ROP se han posicionado como una solución potencial frente a estas dos posibilidades, que el equipo de investigadores espera poder potenciar gracias a la concesión de una subvención.
"El dolor crónico de rodilla y la discapacidad son causados por la pérdida de cartílago y los trastornos obsesivos derivados de la artritis, incluida la osteoartritis y la artritis postraumática"
Concretamente, el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, dependiente de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos ha elegido el proyecto de los CC-ROP para la concesión de una dotación económica que permita su desarrollo. De esta manera, los científicos de Texas esperan que sus tapones vean la luz, pero también maximizar su funcionalidad y asegurarse de que puedan utilizarse en la vida real con eficacia.
Tras conocer la noticia de la concesión de la subvención, Melissa Grunlan, profesora del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad y autora del proyecto de investigación, ha declarado que “esta subvención nos permitirá maximizar el potencial de los CC-ROP para curar los trastornos obsesivos y recopilar datos que demuestren su eficacia”.
"Esta subvención nos permitirá maximizar el potencial de los CC-ROP para curar los trastornos obsesivos y recopilar datos que demuestren su eficacia"
Desde Texas recuerdan que sólo en EEUU se realizan aproximadamente 790.000 reemplazos totales de rodilla cada año. “El dolor crónico de rodilla y la discapacidad son causados por la pérdida de cartílago y los trastornos obsesivos derivados de la artritis, incluida la osteoartritis y la artritis postraumática, que provocan dolor en las personas y que limitan su comodidad y su movilidad”, añade la profesora.
De esta manera, los CC-ROP llaman a ser una alternativa muy tentadora en el futuro para la recuperación de la funcionalidad articular de la rodilla, pues eliminan la barrera de la edad del paciente o el tamaño de la lesión, como ocurre en los autoinjertos. Tampoco requieren de una carga previa con células o factores de crecimiento para acelerar la curación.