En 2012 demostraron que podían conseguirlo. Lanzaron MalariaSpot, un videojuego para el diagnóstico de la malaria, al que se unieron más de 300.000 jugadores de 150 países diferentes, y que probó que 22 jugadores sin experiencia pueden obtener un recuento tan preciso como el de un experto microscopista.
Ahora se atreven con SpotWarriors, en el que a la malaria (219 millones de personas en 87 países) se suman otros dos grandes enemigos a nivel mundial: la helmintiasis, que afecta a 1.5000 millones de personas en todo el mundo, y las hemoglobinopatías, una enfermedad que cada año afecta a 330.000 recién nacidos.
Los jugadores tendrán que encontrar los parásitos de las enfermedades en muestras reales, y sus 'clicks' irán entrenando algoritmos de inteligencia artificial que facilitarán su diagnóstico
Y la dinámica vuelve a ser igual de sencilla que en MalariaSpot. Los jugadores tendrán que encontrar los parásitos de las enfermedades en muestras reales, y sus 'clicks' irán entrenando algoritmos de inteligencia artificial que facilitarán su diagnóstico. Además, los juegos están diseñados para entrenar las habilidades cognitivas de los jugadores.
En definitiva: jugar, aprender, pasar un buen rato, y contribuir con ello al diagnóstico de enfermedades que afectan a gran parte de la población mundial.
Es videojuego es una spin-off de la Universidad Politécnica de Madrid. A través de la investigación, buscan democratizar el acceso al diagnóstico médico, creando una nueva generación de soluciones de telemedicina que permitan reducir tiempos, costes, distancias y huella de carbono del diagnóstico médico.
Aprovechando el potencial de los smartphones, impresión 2D e IA, contribuyen a la cobertura sanitaria universal y los ODS. En definitiva, soluciones sencillas de tecnología innovadora y de bajo coste aplicadas a problemas de salud global como la diabetes, malaria, cáncer, ébola o zika.