Investigadores de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) están desarrollando una prueba de COVID-19 que usa un microscopio de teléfono inteligente para analizar muestras de saliva y entregar resultados en, aproximadamente, 10 minutos.
El equipo de investigación de UArizona, dirigido por el profesor de ingeniería biomédica Jeong-Yeol Yoon, tiene como objetivo combinar la velocidad de las pruebas de antígeno de frotis nasal existentes con la alta precisión de las pruebas de PCR con frotis nasal o reacción en cadena de la polimerasa. Los investigadores están adaptando un método económico que crearon originalmente para detectar norovirus, el microbio famoso por propagarse en los cruceros, utilizando un microscopio de teléfono inteligente.
"Lo hemos delineado para que otros científicos puedan básicamente repetir lo que hicimos y crear un dispositivo de detección de norovirus"
Planean usar el método junto con una prueba de gárgaras con salina en bucle desarrollada por Michael Worobey, jefe del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de Arizona y director asociado del Instituto BIO5 en el mismo centro académico.
La última investigación del equipo con muestras de agua, realizada en colaboración con Kelly A. Reynolds, presidenta del Departamento de Comunidad, Medio Ambiente y Políticas de la UArizona Mel and Enid Zuckerman College of Public Health, se publica en Nature Protocols .
"Lo hemos delineado para que otros científicos puedan básicamente repetir lo que hicimos y crear un dispositivo de detección de norovirus", ha explicado Lane Breshears, estudiante de doctorado en ingeniería biomédica en el laboratorio de Yoon. "Nuestro objetivo es que si desea adaptarlo para otra cosa, como lo hemos adaptado para COVID-19, tenga todos los ingredientes que necesita para hacer básicamente su propio dispositivo".
"Tengo un par de amigos que tenían COVID-19 que estaban muy frustrados, porque sus resultados de PCR se demoraban seis o siete días o estaban obteniendo falsos negativos de las pruebas rápidas de antígenos. Pero cuando obtuvieron las pruebas de PCR finales, se enteraron habían estado enfermos, como sospechaban", precisa Katie Sosnowski, una estudiante de doctorado en ingeniería biomédica que trabaja en el laboratorio de Yoon. "Es realmente genial trabajar en una plataforma de detección que puede obtener resultados rápidos que también son precisos", concluye.