En el Instituto de Ciencias Fotónicas de Cataluña, los investigadores han encontrado una forma de usar el grafeno para hacer fotodetectores flexiblespara medir la frecuencia cardíaca, la concentración de oxígeno en la sangre y la frecuencia respiratoria.
Y es que, los oxímetros de pulso portátiles y los monitores de frecuencia cardíaca de hoy en día pueden ser bastante voluminosos, como es el caso de los relojes inteligentes. El mayor problema es que no son muy precisos, ya que deben colocarse firmemente contra la piel para obtener una señal óptima. Al ser rígido, la interfaz del dispositivo con la piel siempre será imperfecta.
También crearon un parche que se adhiere directamente a la pantalla de un teléfono inteligente, y que mide e inmediatamente muestra los mismos signos vitales que el brazalete
Por ello, el equipo de investigadores del ICFO desarrolló una forma completamente nueva de hacer sensores ópticos para el cuerpo al integrar puntos cuánticos semiconductores en sustratos de grafeno, lo que da como resultado un material flexible capaz de medir una amplia gama de longitudes de onda de luz a bajos niveles de potencia. Además, la tecnología no requiere que las baterías incorporadas estén conectadas a los sensores, ya que los sensores pueden alimentarse directamente usando tecnología de comunicación de campo cercano desde un teléfono inteligente u otro dispositivo cercano.
Los investigadores demostraron su tecnología en forma de un brazalete flexible que puede medir la expansión de los vasos debajo de la piel y, por lo tanto, las tasas de corazón y respiración, así como los niveles de oxigenación de la sangre en el vaso.
También crearon un parche que se adhiere directamente a la pantalla de un teléfono inteligente, y que mide e inmediatamente muestra los mismos signos vitales que el brazalete cuando se coloca un dedo sobre él. Curiosamente, el parche, al ser un sensor de luz, utiliza la misma luz para alimentarse y, por lo tanto, puede funcionar durante períodos de tiempo muy largos.