Un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) ha desarrollado un sensor 'tipo piel' altamente estirable que se puede aplicar directamente sobre la epidermis. El material es capaz de medir los cambios de temperatura, tensión y humedad, toda vez que permite controlar el movimiento de los tejidos subyacentes.
Sus creadores sostienen que el sensor tiene potencial como monitor de salud portátil. Por citar algún ejemplo, el material podría usarse en un parche para monitorizar los movimientos en pacientes sometidos a rehabilitación o como un vendaje inteligente para mejorar la cicatrización de heridas.
"Dado que es un hidrogel, es económico y biocompatible: puede aplicarse sobre la piel sin efectos tóxicos"
Equipos de todo el mundo han estado explorando el potencial de los materiales flexibles en el cuidado de la salud y las investigaciones recientes han dado como resultado una amplia gama de materiales elásticos con potencial en wearables y robótica ligera. Este alejamiento de los materiales rígidos es un cambio de paradigma, ya que los materiales flexibles intentan imitar y acomodar tejidos blandos en el cuerpo.
El nuevo material está en consonancia con esta revolución 'ligera', ya que es altamente elástico. "Dado que es un hidrogel, es económico y biocompatible: puede aplicarse sobre la piel sin efectos tóxicos", explica Xinyu Liu, investigador involucrado en el estudio. "También es muy adhesivo y no se cae, así que hay muchas vías para este material", ha añadido.
"Nuestra piel humana puede estirarse alrededor del 50%, pero nuestra AISkin puede estirarse hasta el 400% de su longitud sin romperse"
La 'piel de hidrogel' se basa en dos láminas que tienen cargas opuestas, lo que resulta de iones negativos y positivos que se superponen entre sí. Los estímulos apropiados, como los cambios de temperatura o tensión, provocan movimientos iónicos a través del material, que los investigadores pueden medir como señales eléctricas. "Si observamos la piel humana, cómo percibimos el calor o la presión, nuestras células neurales transmiten información a través de iones; en realidad no es tan diferente de nuestra piel artificial", ha sostenido Liu.
El material es increíblemente robusco y resiste el daño incluso cuando se estira sustancialmente. "Nuestra piel humana puede estirarse alrededor del 50%, pero nuestra AISkin puede estirarse hasta el 400% de su longitud sin romperse", ha sentenciado Binbin Ying, otro investigador involucrado en el estudio.