Los sensores médicos portátiles permiten a los pacientes llevarlos siempre encima, ya sea a modo de complemento o adherido a la piel. Con esta tecnología se ha logrado fomentar la prevención a través de los datos que recopilan estos dispositivos relacionados con la salud y el rendimiento físico del paciente.
Son muchas las aplicaciones sanitarias que estos sensores permiten, desde monitorizar el ritmo cardiaco, la presión arterial, la glucosa o la actividad física. Estas señales se transforman en información digital que se transmite y analiza los datos. Posteriormente, los profesionales sanitarios pueden detectar y controlar diferentes patologías ofreciendo atención médica remota y personalizada.
Sin embargo, realizar un análisis de toda la información recopilada podía ser un problema para los expertos. Es por ello que investigadores de ingeniería de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), desarrollaron una plataforma de aprendizaje automático capaz de predecir y analizar los datos obtenidos por estos dispositivos de forma eficiente.
La creación de esta plataforma ha permitido que un grupo de investigadores de la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, en colaboración con otros centros del país, desarrollen un sensor innovador que registra las vibraciones y los movimientos musculares eléctricos del área del cuello. De esta manera, se realiza una monitorización del habla y de la deglución del usuario.
Los dispositivos que se utilizan actualmente solo proporcionan información limitada sobre el estado de salud del paciente
"Los dispositivos que se utilizan actualmente sólo proporcionan información limitada sobre el estado de salud del paciente y son voluminosos e incómodos", afirma el investigador principal Huanyu "Larry" Cheng. "En el mercado de atención médica se necesitan dispositivos suaves y elásticos para aquellos pacientes con afecciones de la garganta para diagnosticarlos y tratarlos adecuadamente", añade el desarrollador.
El dispositivo está compuesto por un conjunto de electrodos de hidrogel insoluble diseñado para resistir los movimientos del usuario mientras logra mantener una alta calidad en la señal. El uso de este material se debe a su flexibilidad y su facilidad para ponerlo y quitarlo. "El hidrogel puede interactuar directamente con la piel y proporciona una propiedad conductora para los sensores", declaró Cheng.
El sensor recopila los datos para alimentar el algoritmo de aprendizaje automático que se envía a una interfaz personalizada en la nube. A esta acceden los profesionales sanitarios de forma remota para analizarlos y comunicarse con los pacientes. "El algoritmo agrupa los diferentes datos de habla, respiración y deglución en una salida optimizada, lo que hace que los datos sean de mayor utilidad para que los proveedores de atención médica los observen y juzguen rápidamente", explica Libo Gao, el investigador co-principal.
Tras la recopilación de información, predice con un 90% de precisión los datos de los pacientes
Lo impresionante de esta tecnología no es su precisión a la hora de realizar una medición de los datos, sino que a su vez es capaz de predecirlos. El dispositivo pone funciones de memoria que, tras la recopilación de información, puede predecir con un 90% de precisión los datos de los pacientes. Asimismo, los especialistas sanitarios usan esta información predictiva para informar de diagnósticos más tempranos, así como predecir cómo pueden funcionar los tratamientos.