El uso de las nuevas tecnologías ha revolucionado la asistencia sanitaria a todos los niveles. En el último año, la inteligencia artificial se ha posicionado como una herramienta fundamental para tareas como la gestión de datos o el seguimiento de pacientes. Lo mismo ocurre con la salud digital en general, que abarca desde plataformas digitales, hasta servicios en la nube o aplicaciones móviles.
Sin embargo, existe un conocimiento extendido sobre la aplicación de esta tecnología en el ámbito especializado y no tanto en otros sectores, como en Atención Primaria, donde puede ser una oportunidad para abrirle la puerta a un mejor control de los pacientes. Javier Gázquez, miembro del grupo de salud digital de la Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria (Asanec), explica en una entrevista en SaluDigital: “Cuando hablamos de salud digital o inteligencia artificial se nos viene a la cabeza la atención especializada, pero es cierto que en el ámbito de la Atención Primaria también tenemos mucho que hacer”.
Por este motivo, Asanec insiste en la importancia de visibilizar estas herramientas a través de su grupo de trabajo especializado en salud digital. De esta forma, los profesionales podrán tener competencia digitales actualizadas, herramientas de atención sanitaria y una mejor comunicación a través de redes sociales.
Actualmente, España está iniciándose en la implementación de la salud digital
Ejemplo de las posibilidades que ofrecen estas tecnologías pueden ser los dispositivos de medición, como los creados para pacientes diabéticos, señala Gázquez, a través de los cuales puede extraerse mucha información. En el ámbito de la inteligencia artificial, la tecnología facilita la creación de algoritmos para hacer predicciones o para su uso como herramientas de clasificación. Y si hablamos de salud digital, como indica el experto, las nuevas tecnologías ofrecen numerosas facetas. Sin embargo, ahora mismo España “está iniciándose” en este campo, como asegura el miembro de Asanec.
No obstante, a pesar de carecer de un marco regulatorio, el sector sanitario dispone de determinadas herramientas en AP que están abriéndose paso. Gázquez señala los dispositivos de detección de la glucosa y la teledermatología, “que la hemos implantado y está dando unos resultados excelentes”. “En nuestro ámbito es uno de los puntos más interesantes y que más nos ha ayudado a reducir las listas de espera”, asegura sobre las opciones de salud digital al alcance de los profesionales.
“Aquí la Enfermería va a cobrar una especial relevancia, que es la capacidad de que nosotros podamos mantener un registro de nuestros pacientes crónicos a distancia”
Lo mismo ocurre con los registros electrónicos y la mejora en el control de los pacientes crónicos. “En un futuro no muy lejano esto sí va a ser tendencia”, subraya el experto. “Aquí la Enfermería va a cobrar una especial relevancia, que es la capacidad de que nosotros podamos mantener un registro de nuestros pacientes crónicos a distancia”, añade. De esta forma, los profesionales podrán establecer un seguimiento más estrecho y se abrirá así un abanico de posibilidades infinito.
Pero para que estos servicios puedan ponerse en marcha, aún queda trabajo por hacer. En primer lugar, apunta Gázquez, “hace falta competencia”. Es decir, los profesionales deben adquirir competencias determinadas para sacarle el máximo provecho a estas herramientas. “Los profesionales deben ser conscientes de que utilizarlo es mejor que no hacerlo por alguna razón”, matiza.
Además, Gázquez señala que, tanto la administración pública como la empresa privada, deben brindar oportunidades al equipo de Atención Primaria para poder poner en marcha estas herramientas. “Tienen que apostar por ello y tener la capacidad de reconocer la ventaja que supone la salud digital”, explica Gázquez, ventajas a nivel de mejora del paciente, ahorro de costes u optimización de recursos, entre otras. Y para ello, la formación es esencial.
En cambio, todavía quedan pasos por dar, como en el campo de la formación, que el enfermero señala como “objetivo primario” para asumir el aprendizaje sobre nuevas tecnologías, herramientas o algoritmos. “Lo más importante es la formación para saber por qué se usa la herramienta, de dónde salen los datos y hacia dónde van”, concluye el experto.