Los robots son herramientas extremadamente útiles en hospitales e instituciones sanitarias de todo el mundo. Además, su empleo es una práctica en constante crecimiento, y numerosos centros españoles ya los emplean en intervenciones quirúrgicas. Ejemplo de ello es el robot Da Vinci, integrado en algunos hospitales de la Comunidad de Madrid.
El robot Da Vinci es de los más empleados en el mundo, con más de 5.000 sistemas instalados en hospitales. Los avances en estas herramientas han permitido realizar el primer trasplante de pulmón con la ayuda de un robot en el Hospital Universitario Vall d'Hebron. Además, un robot de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos, ha realizado una complicada cirugía de ojo de cerradura sin intervención humana.
El robot es del tipo STAR, que significa Robot Autónomo de Tejido Inteligente, que puede llegar a desempeñarse mejor que un cirujano humano. La operación se realizó en el cuerpo de un cerdo, con dos partes del intestino cosidas. Se trata de un hito en el futuro de la cirugía completamente automatizada.
“Los robots utilizados en la industria son robustos y bastante económicos, ya que se fabrican en grandes volúmenes y se adaptan a muchas áreas de aplicación"
Ahora, investigadores del KTH de Suecia cooperan con la Universidad de Tokio para lograr que los robots industriales también puedan ayudar en procedimientos quirúrgicos. “Los robots utilizados en la industria son robustos y bastante económicos, ya que se fabrican en grandes volúmenes y se adaptan a muchas áreas de aplicación. Además, tienen una alta fiabilidad operativa”, explica el profesor Andreas Archenti del Departamento de Ingeniería de Producción.
Los robots que estudian son relativamente pequeños y pueden soportar cargas útiles de pocos quilos. A pesar de ello, existe un gran desafío: estos robots tienen una precisión limitada. Por ello, los investigadores trabajan para encontrar formas de medir los errores de posicionamiento del robot y aplicar métodos de compensación para mejorar su precisión.
Aún así, afirman que, por el momento, faltan muchos aspectos para que esto se haga realidad. "Desde la perspectiva del usuario, los investigadores aún deben abordar el desafío que implica el uso de tecnología háptica que pueda crear una experiencia táctil, que sirva como retroalimentación para el cirujano".
Lograr desarrollar estos robots abriría nuevas vías y ventajas para cirujanos y pacientes. Los robots aportan grandes beneficios sobre la cirugía abierta tradicional. Gracias a ellos se pueden obtener incisiones más pequeñas, menos pérdida de sangre, menos dolor, tiempos de recuperación más rápidos y menos complicaciones. Todo ello disminuye el tiempo del paciente en el hospital.
En lo relativo a ventajas para el cirujano, estas herramientas permiten que el especialista pueda controlar el robot sentado frente a la pantalla. Con ello, mitiga las posiciones ergonómicas incómodas o las manos temblorosas. A su vez, el robot cuenta con movimientos mucho más precisos y controlados que una mano humana.
A pesar de todo, los sistemas de robótica quirúrgica actuales únicamente están disponibles en centros médicos que pueden permitirse la tecnología y que cuentan con cirujanos especialmente capacitados. Con el empleo de robots industriales, esto puede cambiar. “Si esto se logra, el potencial es grande. Es posible que más pacientes tengan la oportunidad de ser operados con esta tecnología”, concluye Andreas Archenti.
“Si esto se logra, el potencial es grande, y es posible que más pacientes tengan la oportunidad de ser operados con esta tecnología”
Con el objetivo de comprender más sobre la precisión de los robots industriales para aplicaciones quirúrgicas, los investigadores de la colaboración KTH y UTokyo están desarrollando un método basado en sistemas ligados elásticamente (ELS) y barra de doble bola cargada (LDBB).
De este modo, un instrumento de medición ejerce una fuerza conocida (amplitud y dirección) sobre el efector final del robot, de modo que se pueda determinar la deformación y la rigidez del robot en diferentes configuraciones. La información puede ser empleada para comparar el rendimiento de varios robots individuales y compensar las deformaciones inducidas por la carga.