Desde su fundación en 1998, la compañía Vecna Technologies ha desarrollado varias formas de ayudar a los hospitales a atender a los pacientes. La empresa ha producido sistemas de admisión para responder a los aumentos repentinos de pacientes por la Covid-19, sistemas de predicción para gestionar las complicaciones de salud en las salas de maternidad y robots de telepresencia que han permitido a las personas enfermas mantenerse en contacto con amigos y seres queridos.
Las diferencias entre esos productos también han dado lugar a una serie de spin-offs, incluida la empresa de manipulación de materiales Vecna Robotics y la organización sin ánimo de lucro de atención médica VecnaCares. Los cofundadores de Vecna Technologies, Deborah Noel Theobald y Daniel Theobald, han explicado que cada uno de esos extremos ha sido impulsado por el deseo de construir una empresa de robótica que tenga un impacto positivo en el mundo.
"Fundamos Vecna pensando: '¿Cómo pueden estas nuevas tecnologías influir y mejorar la atención médica?' Ese es el foco en el que me puso el MIT y algo que me ha entusiasmado desde entonces"
"Sabíamos que queríamos hacer robótica y hacer algo bueno en el mundo", dice Deborah acerca de la mentalidad del equipo. "Fundamos Vecna pensando: '¿Cómo pueden estas nuevas tecnologías influir y mejorar la atención médica?' Ese es el foco en el que me puso el MIT y algo que me ha entusiasmado desde entonces".
"UN PASEO DIVERTIDO"
De niña, Deborah Theobald quería ser astronauta. El deseo la llevó al MIT, que tenía uno de los pocos programas de Ingeniería Aeroespacial para estudiantes universitarios. Se interesó en la industria del cuidado de la salud mientras estudiaba los efectos de la exploración espacial a largo plazo con la profesora Dava Newman, profesora de astronáutica del programa Apollo en el MIT, quien ahora también es directora del Media Lab.
Deborah también conoció a Daniel Theobald en el MIT. Daniel había estado construyendo robots desde que era un niño y se estaba especializando en Ingeniería Mecánica. Los dos comenzaron a pensar en crear una empresa: incluso Daniel se postuló al Concurso de Emprendimiento de 100.000 dólares del MIT con una idea aproximada para una empresa de robótica.
"Descubrimos que nuestro enfoque beneficiaba al negocio de tantas maneras que era absoluta e inequívocamente lo correcto", expresa Daniel. “Por un lado, era un mecanismo de autofiltrado. Se unieron a Vecna personas que creían y querían ser parte de algo socialmente responsable. Y descubrimos que esas son, también, las personas que son empleados increíbles”.
Los fundadores tuvieron su primera gran oportunidad con un contrato del Gobierno para construir un portal de atención médica que permitiera a los pacientes, administradores y proveedores comunicarse y compartir documentos
Los fundadores tuvieron su primera gran oportunidad con un contrato del Gobierno para construir un portal de atención médica que permitiera a los pacientes, administradores y proveedores comunicarse y compartir documentos. El contrato también proporcionó flexibilidad para que los fundadores exploraran otras vías para el negocio.
El siguiente producto de la empresa fue un sistema de registro de pacientes que utilizaba quioscos para agilizar la admisión de pacientes en los hospitales. Durante la pandemia de Covid-19, Vecna convirtió la plataforma en un servicio de registro basado en texto para clínicas. El servicio está siendo utilizado por miles de hospitales en la actualidad.
Las versiones móviles posteriores de ese sistema se han utilizado para entregar medicamentos, permitir que los médicos realicen consultas virtuales e, incluso, ayudar a los estudiantes inmunocomprometidos a asistir a la escuela virtualmente y evitar el aislamiento.