“Podríamos decir que es la cirugía del siglo XXI”. Así define el Dr. Ramiro Cabello al Robot Da Vinci. Después de tres años trabajando con él, el jefe asociado del Servicio de Urología de la Fundación Jiménez Díaz, asegura que esta herramienta “ha sido uno de los avances más importantes en la práctica quirúrgica”.
No solo se reproducen fielmente los movimientos del cirujano, sino que se mejoran: las pinzas son más pequeñas, de ocho milímetros, y cuentan con una articulación distal que permite siete grados de libertad de movimiento y 90 grados de articulación, posibilitando la rotación axial que minimiza los movimientos naturales de la cirugía abierta. Además, cuenta con un sistema de eliminación del temblor que permite al cirujano trabajar con mayor precisión.
El último componente es la torre, que funciona como central de control del sistema y dispone de una pantalla auxiliar para que el ayudante e instrumentista puedan participar en la cirugía permitiendo ver lo mismo que está viendo el cirujano en la consola.
Gracias a esta tecnología, se reduce el impacto de la intervención en el paciente, que experimenta menos dolor y un ingreso más corto
Gracias a esta tecnología, se reduce el impacto de la intervención en el paciente, que experimenta menos dolor y un ingreso más corto. La Dra. Nogüero explica que algunas pacientes pueden irse a casa incluso en el mismo día. Por otro lado y en lo que a intervenciones ginecológicas se refiere, el sangrado es menor y la recuperación mucho más rápida.
También el cirujano ha visto mejorada su calidad de vida con el Da Vinci. “En una cirugía tienes que estar operando con los brazos en tensión y manteniendo la misma posición durante mucho tiempo”, comenta para este medio la Dra. Nogüero. “Sentada en la consola, aunque siempre tienes un poco de tensión, no tiene nada que ver”, apunta destacando la comodidad del robot quirúrgico.
“Tal vez el único inconveniente”, sigue el Dr. Cabello, “sea la inversión necesaria para adquirir la plataforma y el mayor coste por procedimiento”. Junto con el elevado precio de la herramienta, está el coste del material quirúrgico, que es significativamente más caro y tiene una vida útil más corta que el material de quirófano normal, subraya la cirujana.
Con todo, los expertos coinciden en que es la cirugía del hoy y del mañana. “En un futuro inminente, la cirugía robótica se consolidará - pudiendo incluso sustituir a la laparoscopia - como el abordaje habitual en el quirófano”, sostiene el cirujano de la Jiménez Díaz. “Si miramos a medio plazo, la cirugía robótica también evolucionará, probablemente hacia plataformas que permitan un acceso mediante puerto único. Es decir, con una sola incisión de apenas dos centímetros, podremos realizar procedimientos quirúrgicos”, cierra el Dr. Cabello.