La intervención endovascular se trata de un procedimiento que se realiza en situaciones de emergencia para tratar accidentes cerebrovasculares causados por un coágulo de sangre. Hasta ahora era necesario un cirujano que guiase manualmente el cable delgado hasta el coágulo donde puede eliminar físicamente el bloqueo o recurrir a medicamentos para romperlo. Ahora los ingenieros han desarrollado un sistema telerobótico que permite controlar el movimientos a través de imanes durante la intervención endovascular.
Este sistema ha sido desarrollado por los ingenieros del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, Boston, MA, EUA) con el objetivo principal de ayudar a los cirujanos de manera remota a tratar a los pacientes con accidente cerebrovascular o un aneurisma. A través de un joystick, los cirujanos de un hospital pueden dirigir un brazo robótico durante una intervención en otro de manera segura. Tal y como pensaron los ingenieros del MIT sobre su instalación en hospitales pequeños para que lo dirigiesen los profesionales de otros con más experiencia.
El funcionamiento del propio sistema se basa en un joystick e imágenes en vivo, para que el operador pueda ajustar la orientación del imán y manipular el brazo y así guiar un cable magnético suave y delgado a través de arterias y vasos.
“Los neurocirujanos pueden operar el robot en otra habitación o incluso en otra ciudad sin una exposición repetida a los rayos X"
Los creadores señalan que, con únicamente una hora de aprendizaje, los neurocirujanos se adaptan a este brazo de robot remoto y además, de esta manera dejan de exponerse a la radiación de las imágenes de rayos X.
Xuanhe Zhao, profesor de ingeniería mecánica y de ingeniería civil y ambiental en el MIT, indica, “imaginamos que, en lugar de transportar a un paciente de un área rural a una gran ciudad, podría ir a un hospital local donde las enfermeras podrían instalar este sistema. Un neurocirujano en un importante centro médico podría ver imágenes en vivo del paciente y usar el robot para operar en esa hora dorada. Ese es nuestro sueño futuro”.
Añade que los neurocirujanos pueden operar el robot en otra habitación o incluso en otra ciudad sin una exposición repetida a los rayos X: "Estamos realmente entusiasmados con el impacto potencial de esta tecnología en la salud mundial, dado que el accidente cerebrovascular es una de las principales causas de muerte y discapacidad a largo plazo”, concluye.