Un grupo de investigadores formado por expertos de la Universidad de Minnesota y de la Universidad de Washington ha desarrollado un nuevo estudio basado en la resonancia magnética funcional (fMRI) que ha concluido que las personas que padecen algún tipo de trastorno del espectro autista (TEA) presentan una supresión neuronal más débil en la corteza visual.
El estudio ha contado con la participación de 28 personas con TEA a las que se las han aplicado tareas conductuales y resonancia magnética funcional. Estos sujetos han mostrado una percepción mejorada de estímulos móviles de gran tamaño en comparación con los 35 individuos neurotípicos utilizados en el estudio.
Las respuestas cerebrales reportadas en la corteza visual temprana (CVT) y el complejo temporal medio humano (hMT+) han presentado una menor supresión neuronal. En este sentido cabe destacar que la espectroscopia de resonancia magnética (MRS) concomitante no ha mostrado diferencias significativas entre ambos grupos en términos de las señales de los neurotransmisores.El grupo de investigadores ha sido capaz de desarrollar un modelo computacional que puede ser capaz de explicar estas observaciones, además de otros hallazgos divergentes efectuados con anterioridad.
La espectroscopia de resonancia magnética (MRS) concomitante no ha mostrado diferencias significativas entre ambos grupos en términos de las señales de los neurotransmisores
Este modelo incorpora la normalización divisiva además de una ganancia de arriba hacia abajo más estrecha que, podría ser el resultado de una ventana de atención más estrecha. En base a esto puede indicarse que una supresión neuronal más débil como la reportada en el desempeño de la tarea visual y las mediciones de fMRI en las personas con TEA puede tener su origen en las diferencias en el procesamiento de arriba hacia abajo. Las conclusiones de este estudio han sido publicadas en Nature Communications.
“Nuestro trabajo sugiere que puede haber diferencias en la forma en que las personas con TEA centran su atención en los objetos del mundo visual que podrían explicar la diferencia en las respuestas neuronales que vemos y que pueden estar relacionados con síntomas como hipersensibilidad sensorial”, explica el autor principal, Michael-Paul Schallmo, PhD, del departamento de psiquiatría de la UMN.
“La ganancia neuronal de arriba hacia abajo más estrecha podría, por ejemplo, reflejar diferencias intrínsecas en la atención espacial; las personas con autismo pueden tener ventanas de atención más estrechas en comparación con las personas neuro-típicas”.