Desde que en marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconociera la Covid-19 como una pandemia mundial, millones de personas se han contagiado en todo el mundo. Hay quienes pasaron la enfermedad de manera leve, sin apenas síntomas y en su casa, y quienes por desgracia tuvieron que ser ingresados en el hospital e incluso en muchas ocasiones en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Ahora, tres años más tarde muchas de las personas que sufrieron el virus, siguen teniendo secuelas de la enfermedad, lo que se conoce como covid persistente o prolongado.
La Covid prolongada presenta una carga de salud global, con muchas personas que no pueden regresar a sus actividades normales o al trabajo meses después de enfermarse. En este tipo de covid se identifica comúnmente un trastorno del patrón de respiración que contribuye a la disnea en una proporción significativa de pacientes. Sin embargo, aún no está claro si hay razones adicionales para su dificultad para respirar.
Ahora, un nuevo estudio afirma que un tipo especial de resonancia magnética ha encontrado anomalías pulmonares en pacientes que anteriormente habían tenido COVID-19, incluso en aquellos que no habían sido hospitalizados por la enfermedad.
En el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Sheffield (Sheffield, Reino Unido) y la Universidad de Oxford (Oxford, Reino Unido), un tipo especializado de resonancia magnética (Hp-XeMRI) encontró anomalías pulmonares en pacientes no hospitalizados con COVID prolongada meses después de la infección inicial. Los hallazgos proporcionan evidencia preliminar de que los pacientes con COVID prolongado no hospitalizados pueden tener anomalías indicativas de una función pulmonar disminuida que no se pueden detectar con imágenes de TC convencionales.
La Hp-XeMRI se ha mostrado prometedora en la detección de anomalías del intercambio de gases alveolar, donde el oxígeno se mueve de los pulmones al torrente sanguíneo y el dióxido de carbono pasa de la sangre a los pulmones, incluso cuando las tomografías computarizadas y las pruebas de función pulmonar eran normales. La Hp-XeMRI permite la evaluación de la ventilación y el intercambio de gases en los glóbulos rojos. Proporciona información regional de la integridad de la vasculatura pulmonar y puede identificar anomalías pulmonares que no son evidentes en la TC.
Para este estudio prospectivo, los investigadores se propusieron determinar si las anomalías pulmonares descritas anteriormente en Hp-XeMRI en participantes posthospitalizados con COVID-19 también estaban presentes en participantes no hospitalizados con COVID prolongada.
Los hallazgos proporcionan evidencia preliminar de que los pacientes con COVID prolongado no hospitalizados pueden tener anomalías indicativas de una función pulmonar disminuida
Once participantes con COVID prolongada, no hospitalizados (NHLC) y 12 participantes con COVID-19 posthospitalizados (PHC), se inscribieron desde junio de 2020 hasta agosto de 2021. Todos los participantes tenían síntomas de disnea. Los participantes de NHLC tenían entre 240 y 334 días desde la infección, y los participantes de PHC tenían entre 105 y 190 días desde la infección. Como grupo de control, se reclutaron voluntarios sanos sin evidencia de infección previa por COVID-19 del personal de la Universidad de Sheffield y la Universidad de Oxford.
A los participantes les practicaron tomografías computarizadas de tórax, Hp-XeMRI, pruebas de función pulmonar, pruebas de sentarse y ponerse de pie de un minuto y cuestionarios de disnea. A los pacientes control les practicaron únicamente la HP-XeMRI. Las tomografías computarizadas se analizaron para determinar la gravedad de la enfermedad pulmonar posterior a la Covid mediante un sistema de puntuación publicado anteriormente y el modelo de la Red de Vías Respiratorias a Escala Completa (FAN, por sus siglas en inglés).
El análisis utilizó comparaciones grupales y por pares entre participantes y controles y correlaciones entre los datos clínicos y de imágenes de los participantes. Los participantes NHLC y PHC tenían tomografías computarizadas normales o casi normales.
“En una colaboración entre la Universidad de Oxford y la Universidad de Sheffield, hemos podido identificar anomalías en los pulmones de participantes hospitalizados y no hospitalizados utilizando una técnica de imagenología novedosa, 129MRI hiperpolarizada con Xenón, o Hp-XeMRI”, dijo el autor principal del estudio, Fergus Gleeson, M.B.B.S., del Departamento de Oncología de la Universidad de Oxford y del Departamento de Radiología de los Hospitales de la Universidad de Oxford NHS Trust.
“Estas anomalías no son evidentes en las imágenes convencionales, y en algunas personas se detectaron hasta un año después de su infección inicial por COVID-19. Evaluaremos diferentes grupos de participantes que han sufrido COVID y correlacionaremos los hallazgos con datos fisiológicos, cuestionarios basados en síntomas y resonancia magnética cardíaca para comprender mejor la importancia clínica de nuestros hallazgos”.