Muchos pacientes de patologías como pie diabético o enfermedad vascular tienen problemas en materia de cicatrización de heridas de forma normal. Además, los pacientes oncológicos son sometidos a radiación o mastectomías, que pueden llegar a generar múltiples complicaciones.
Con el objetivo de revertir esta situación y mejorar la calidad de vida de los pacientes, el Servicio de Bioelectromagnetismo del Instituto de Investigación Sanitaria IRYCIS, del Hospital Universitario Ramón y Cajal, ha llevado a cabo una investigación in vitro para analizar el efecto de la terapia eléctrica CRET de INDIBA para la regeneración de tejidos.
Las terapias CRET consisten en terapias físicas por transferencia eléctrica resistiva (capacitive resistive electrictransfer). Estas terapias emplean corrientes eléctricas de radiofrecuencias, para generar un calentamiento en los tejidos profundos del organismo. Para ello, se aprovecha la resistencia que oponen al paso de la corriente. Gracias a esto, las terapias CRET alcanzan zonas no accesibles para otras terapias físicas térmicas que únicamente ejercen su efecto a nivel local y superficial.
"Hemos encontrado que las células tratadas con la terapia CRET de INDIBA en condiciones normotérmicas responden a las corrientes eléctricas generando los efectos de proliferación celular y anti-inflamatorios encontrados”
“La terapia CRET de INDIBA es una terapia no invasiva que emplea una frecuencia de corriente de 448 kHz. Gracias a las investigaciones que hemos desarrollado en el IRYCIS, hemos podido encontrar que las células tratadas con la terapia CRET de INDIBA en condiciones normotérmicas, es decir, sin incrementar la temperatura por encima de los los 37ºC fisiológicos, responden a las corrientes eléctricas generando los efectos de proliferación celular y anti-inflamatorios encontrados”.
“Esto supone una diferencia clave respecto al resto de terapias de radiofrecuencia en las que la hipertermia es esencial para obtener los efectos deseados”, explica para SaludDigital la doctora María Luisa Hernández Bule, del equipo de investigación del Servicio de Bioelectromagnetismo del Instituto de Investigación Sanitaria IRYCIS.
Generalmente, la terapia CRET se emplea para múltiples patologías de medicina deportiva, dermatología y fisioterapia. Debido a esto, se sabía que podía ser útil para la regeneración de heridas, pero hasta que no se llevó a cabo la investigación en el IRYCIS no se conocía el potencial de la terapia en el tratamiento de este tipo de lesiones.
A su vez, debido a que se han encontrado efectos anti-inflamatorios y antifibróticos a nivel in vitro, no se descarta tampoco que esta terapia pueda ser también de utilidad para la patología inflamatoria y fibrótica cutánea. Sin embargo, para su aplicación en pacientes en estas patologías, es necesario realizar ensayos similares al que se está desarrollando en la actualidad por parte del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular.
En esta técnica, la corriente de radiofrecuencia actúa sobre receptores en la membrana de las células. La estimulación desencadena una cascada de respuestas intracelulares, que promueven la proliferación y migración de diversos tipos celulares de la piel, como células madre, fibroblastos y queratinocitos. “Además, también hemos encontrado que estos tratamientos modulan la inflamación. Todos estos efectos promoverían una regeneración de las heridas más rápida y eficiente.
El objetivo de la investigación in vitro fue analizar el efecto de la terapia eléctrica CRET de INDIBA para la regeneración de tejidos. En este sentido, una de las principales aplicaciones de esta estimulación de células madre es la regeneración de heridas. “En la actualidad, se está realizando un ensayo clínico con la terapia CRET de INDIBA en 140 pacientes del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular, en colaboración con el de Dermatología, ambos del Hospital Ramon y Cajal, para conocer el alcance real de la terapia CRET en pacientes con patologías de tipo diabético o vascular”.
Este tipo de trabajos pueden ayudar en gran medida a la calidad de vida de los pacientes. “Las heridas de difícil cicatrización generan múltiples complicaciones, un deterioro en la calidad de vida e impacto psicológico y social, tanto en los pacientes como en sus familiares cuidadores, y conlleva unos costes sanitarios directos e indirectos muy elevados”.
Sin embargo, la eficacia de las estrategias terapéuticas actuales es limitada y, por ello, investigar en nuevas terapias que permitan abordar estas patologías con mejores resultados tiene especial interés. “Si en el ensayo clínico que está actualmente en marcha obtuviéramos resultados positivos, el impacto sobre los pacientes sería enorme, al reducir el riesgo de complicaciones graves, como amputaciones o infecciones, y el tiempo de curación de las heridas. Esto mejoraría su calidad de vida y morbilidad”, continúa la doctora.
“Las terapias eléctricas como la terapia CRET han sido muy poco estudiadas, y los mecanismos de acción de las mismas son bastantes desconocidos hasta la fecha"
“Las terapias eléctricas como la terapia CRET han sido muy poco estudiadas, y los mecanismos de acción de las mismas son bastantes desconocidos hasta la fecha. Gracias a la colaboración entre el IRYCIS y la empresa INDIBA, hemos podido describir en detalle el mecanismo celular y molecular por el cual la terapia CRET ejerce su acción en las principales células de la piel”.
Sin embargo, aún queda camino por recorrer. “En este momento, hay que finalizar los ensayos clínicos para conocer la eficacia de esta terapia en pacientes con lesiones tisulares. En el caso de que los resultados fueran positivos, podría emplearse como una terapia complementaria fundamental en las prácticas clínicas convencionales”.
En función de los resultados que se obtengan en el ensayo clínico, si se observa que esta terapia puede ayudar en la regeneración de tejidos en pacientes con heridas de difícil cicatrización, sería necesario que la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) aprobara la nueva indicación y su uso en la práctica clínica. En cuanto se obtenga dicha autorización, podría empezar a utilizarse en los servicios de Angiología, Cirugía Vascular y Dermatología en la práctica habitual.