Un nuevo estudio sugiere que los pacientes con cáncer tratados con radioterapia (RT) con protones, en lugar del tratamiento convencional con fotones, tienen un riesgo significativamente menor de experimentar efectos secundarios.
Investigadores de la Universidad de Pennsylvania, de la facultad de medicina de la Universidad de Washington y otras instituciones, han realizado un estudio con 1.483 pacientes con cáncer, de los que 391 recibieron terapia de protones y 1.092 fueron tratados con fotones.
Los resultados revelan que el 11,5 % de los pacientes con protones experimentaron efectos secundarios
Los pacientes sufrían de cáncer cerebral no metastásico, cáncer de cabeza y cuello, cáncer de pulmón, cáncer gastrointestinal y cáncer ginecológico, y fueron tratados con quimioterapia y radiación concurrentes. El resultado primario fue, efectos secundarios de radiación de grado tres o superior en un plazo máximo de 90 días después del tratamiento.
Los resultados revelan que el 11,5 % de los pacientes con protones experimentaron un efecto secundario de grado tres o superior, en comparación con el 27,6 % que experimentó un efecto secundario de grado tres o superior en el grupo de terapia convencional con fotones.
Un análisis ponderado ha encontrado que el riesgo relativo de una toxicidad grave era dos tercios más bajo para los pacientes con RT con protones, en comparación con los pacientes con fotones. La supervivencia general y la supervivencia libre de enfermedad fueron similares entre los dos grupos, sugiriendo que la reducción de la toxicidad observada con la RT con protones no se realizó a costa de la efectividad. El estudio se presentó en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), que tuvo lugar de mayo a junio de 2019 en Chicago.
“Observamos los efectos secundarios de tercer grado, que incluyen dolor o dificultad para tragar, dificultad para respirar, náuseas o diarrea, entre otros, a menudo lo suficientemente graves como para que los pacientes sean hospitalizados”, ha dicho el autor principal, Brian Baumann, de Penn y la WUSTL.
“Nuestra experiencia clínica es que los pacientes con terapia de quimiorradiación concurrente tratados con protones, en lugar de fotones, tienden a tener menos efectos secundarios. Si bien hay cierta literatura que respalda el hallazgo en varios sitios de enfermedades, no esperábamos que la magnitud del beneficio fuera tan grande”.
La radiación de fotones generalmente utiliza múltiples haces de rayos X para atacar a un objetivo tumoral, pero inevitablemente deposita radiación en los tejidos normales más allá del objetivo, dañando potencialmente esos tejidos cuando el rayo sale del cuerpo. La terapia de protones, una radiación alternativa, funciona de manera diferente, dirigiendo protones cargados positivamente hacia el objetivo del tumor, donde depositan la mayor parte de la dosis de radiación, con una radiación residual mínima administrada más allá del objetivo, reduciendo potencialmente los efectos secundarios y el daño al tejido circundante.