Un equipo de investigación dirigido por la Universidad de Buffalo (Estados Unidos) avanza una técnica que acelera la impresión 3D convencional entre 10 y 50 veces.
La mano, que tardaría seis horas en crearse utilizando métodos de impresión 3D convencionales, demuestra lo que los ingenieros de la Universidad de Buffalo dicen que es un progreso hacia los tejidos y órganos humanos impresos en 3D, una biotecnología que eventualmente podría salvar incontables vidas perdidas debido a la escasez de órganos de donantes.
"La tecnología que hemos desarrollado es de 10 a 50 veces más rápida que el estándar de la industria y funciona con tamaños de muestra grandes que antes eran muy difíciles de lograr"
"La tecnología que hemos desarrollado es de 10 a 50 veces más rápida que el estándar de la industria y funciona con tamaños de muestra grandes que antes eran muy difíciles de lograr", dice el coautor principal del estudio, Ruogang Zhao, profesor asociado de Ingeniería Biomédica. El trabajo se describe en un estudio publicado el 15 de febrero en la revista Advanced Healthcare Materials.
Se centra en un método de impresión 3D llamado estereolitografía y materiales gelatinosos conocidos como hidrogeles, que se utilizan para crear, entre otras cosas, pañales, lentes de contacto y andamios en la ingeniería de tejidos.
Esta última aplicación es particularmente útil en la impresión 3D, y es algo que el equipo de investigación dedicó gran parte de su esfuerzo a optimizar para lograr su técnica de impresión 3D increíblemente rápida y precisa.
"Reduce significativamente la deformación de la pieza y las lesiones celulares causadas por la exposición prolongada a las tensiones ambientales que se ven comúnmente en los métodos de impresión 3D convencionales"
"Nuestro método permite la impresión rápida de modelos de hidrogel del tamaño de un centímetro. Reduce significativamente la deformación de la pieza y las lesiones celulares causadas por la exposición prolongada a las tensiones ambientales que se ven comúnmente en los métodos de impresión 3D convencionales", dice el otro coautor principal, Chi Zhou, profesor asociado de ingeniería industrial y de sistemas.
Los investigadores dicen que el método es particularmente adecuado para imprimir células con redes de vasos sanguíneos integradas, una tecnología incipiente que se espera sea una parte central de la producción de tejidos y órganos humanos impresos en 3D.