Las personas que viven con el VIH se han erigido desde el inicio de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 como uno de los principales grupos de riesgo. A pesar de esto, un reciente estudio publicado en AIDS Patient Care and STDs, revisado por pares, revela que en los primeros meses de la pandemia las personas con VIH tenían menos probabilidades de morir por Covid-19 que las personas sin el VIH. Los pacientes con VIH hospitalizados por Covid-19 presentaban menores posibilidades de requerir ventilación mecánica según el estudio.
Sin embargo, cuando la autora del estudio, la doctora Emma Kapan-Lewis, del HIV Services del NYC Health and Hospitals, extendió el periodo de estudio al primer año completo de la pandemia, los resultados hallados fueron diferentes.
“Los niveles de hospitalización y mortalidad general fueron, al menos, dos veces más altos en las personas que viven con el VIH que en las personas sin VIH”, declara. “Sin embargo, entre los pacientes hospitalizados, los niveles de mortalidad fueron comparables entre las personas con y sin VIH”. La autora de la investigación y su equipo exponen que el motivo entre esta disparidad de resultados radica en que, en los primeros meses de la pandemia, la modificación de los comportamientos de las personas con VIH, así como de los profesionales médicos, repercutió de forma positiva en los resultados en términos de Covid-19.
El estudio señala que las diferencias en los comportamientos influyen en la adherencia a las medidas preventivas y esto podría haber reducido la exposición de las personas con VIH al coronavirus. Un efecto que se habría disipado con el paso del tiempo y explicaría los cambios reportados a lo largo de la investigación en relación a la incidencia de la Covid-19 en las personas que viven con VIH.
"Es plausible que el impulsor de los peores resultados entre las PVVS (percepciones de las personas viviendo con VIH-Sida, por sus siglas en inglés) con Covid-19 no sea el virus del VIH en sí, sino las variables de confusión de la edad y la carga de comorbilidad"
Una explicación alternativa podría ser que la relación observada entre el VIH y una peor mortalidad relacionada con la Covid-19 reportada en otros estudios está impulsada por las comorbilidades, la edad y otras variables demográficas. Las personas que viven con el VIH se ven afectadas de manera desproporcionada por las sindemias de pobreza, racismo estructural, homofobia y estigma, entre otros.
Las distribuciones de la carga de las pandemias del VIH y la Covid-19 se ven afectadas por el racismo estructural y el vínculo entre la raza, el racismo y los determinantes sociales de la salud, incluido el lugar donde las personas viven y trabajan. “La relación inicial que vimos entre la infección por VIH y la mejora de los resultados de Covid-19 en la pandemia temprana se revirtió cuando se analizó un período de un año y sin controlar la edad, la raza y las comorbilidades”, recoge el estudio.
“Es plausible que el impulsor de los peores resultados entre las PVVS (percepciones de las personas viviendo con VIH-Sida, por sus siglas en inglés) con Covid-19 no sea el virus del VIH en sí, sino las variables de confusión de la edad y la carga de comorbilidad. Nuestro hallazgo de que las tasas de mortalidad entre las PVVS son comparables, independientemente de la supresión viral, apoya la hipótesis de que la asociación entre el estado serológico y la Covid-19 puede atribuirse a otros factores correlacionados”.
“A pesar de estas limitaciones, la diferencia en la ventilación mecánica y las tasas de mortalidad según el estado del VIH en los primeros meses de la pandemia es convincente y merece un estudio más a fondo. La investigación futura debe centrarse en comprender la modificación del comportamiento que puede haber ocurrido con respecto a las medidas preventivas de la Covid-19 y el comportamiento de búsqueda de salud, así como la relación entre el VIH y los resultados clínicos de la Covid-19 con una comprensión adecuada y un control de las variables de confusión”, concluye el estudio.