Actualmente en España hay 1,2 millones de personas con enfermedad de Alzheimer, según datos de la Confederación Española de Alzhéimer (Ceafa). Se trata de una de las patologías neurodegenerativas más frecuentes y en aumento debido al envejecimiento de la población, y para la que se carece de cura. Con todo, actualmente los avances en las nuevas tecnologías han permitido contar con dispositivos que ayudan a los pacientes a trabajar la memoria, a los profesionales sanitarios a monitorizarlos y a los cuidadores a mantenerlos controlados.
La tecnología se ha incorporado al día a día de las personas que conviven con el alzhéimer. “La prescripción de nuevas tecnologías en las consultas médicas está en constante crecimiento y evolución. La tecnología médica se ha vuelto cada vez más accesible y asequible, lo que ha permitido que los médicos puedan prescribir dispositivos tecnológicos para ayudar a sus pacientes a controlar su salud”, explica a Consalud.es el Dr. Jesús Santianes, coordinador del Grupo de Trabajo de Cronicidad y Dependencia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
“El uso de localizadores GPS se ha convertido en una práctica cada vez más común en las consultas médicas para cuidadores y familiares de pacientes con Alzheimer durante la fase de deambulación”
Relojes inteligentes, sensores de movimiento, aplicaciones de actividad cognitiva… Existen dispositivos que estimulan a los pacientes y permite ayudarles a mantener la atención, les asiste en la planificación y solución de problemas, en la memoria o en la dificultad de nombrar objetos. Sin embargo, donde más se está avanzando y lo que más se demanda en las consultas son los dispositivos de localización GPS. “Su uso se ha convertido en una práctica cada vez más común en las consultas médicas para cuidadores y familiares de pacientes con Alzheimer durante la fase de deambulación”, indica el Dr. Santianes. “Esta fase es un momento crítico para los pacientes con Alzheimer, ya que pueden perderse fácilmente o encontrarse en una situación de peligro al salir del hogar”.
LOCALIZAR, CUIDAR Y ATENDER, LOS BÁSICOS
Actualmente existen desde aplicaciones móviles con función guardián, que envía las ubicaciones a determinados contactos, hasta relojes, pulseras o collares con GPS incorporado. Estos dispositivos proporcionan a los cuidadores una mayor tranquilidad, y también es positivo para la calidad de vida del propio paciente, “les da una mayor sensación de seguridad y protección, reduciendo la ansiedad y el estrés que puedan tener”, explica el especialista de Familia.
También existen sensores de movimiento que, además de servir como herramienta de vigilancia, “pueden ayudar a detectar patrones anormales en la actividad diaria del paciente, como levantarse demasiado temprano o moverse con frecuencia durante la noche”, y con estos datos, los cuidadores pueden tomar medidas preventivas y adaptar su atención a los pacientes si es necesario.
Ayudan al propio profesional médico para hacer seguimiento en tiempo real y con ello conocer el progreso de los pacientes y ajustar los planes de tratamiento en cada caso
Algunos relojes inteligentes y otras tecnologías permiten monitorizar la frecuencia cardiaca, la actividad que realizan y otros parámetros de salud. Estos “pueden ayudar a detectar cambios en el estado del paciente y proporcionar alertas tempranas en caso de emergencias médicas”, pero, también, pueden asistir al propio profesional médico para hacer seguimiento en tiempo real y con ello conocer el progreso de los pacientes y ajustar los planes de tratamiento en cada caso.
Estos sistemas de control y vigilancia generan cierta controversia sobre el derecho a la privacidad y dignidad de los pacientes, y el papel de sobreprotección que puede limitar la capacidad de los pacientes, en fases iniciales, de tomar decisiones o moverse libremente. También existen desafíos como el acceso a internet, limitaciones económicas o la dificultad para que estos pacientes entiendan las dificultades para usar la tecnología.
Utilizados de forma ética y respetando la privacidad de los pacientes y teniendo en cuenta que son una herramienta más para el cuidado y la atención, la prescripción de dispositivos y tecnología puede “mejorar la calidad de vida y la atención médica de los pacientes con alzhéimer y sus cuidadores, ofreciendo una mayor seguridad, seguimiento y monitorización del paciente, actividades de estimulación cognitiva y socialización, y opciones de telemedicina y seguimiento a distancia”, concluye el Dr. Santianes.