¿Me he tomado las pastillas? ¿He tomado la de las 16h? ¿La de las 21h? ¿Las cinco de la mañana? ¿Me he tomado dos veces este medicamento sin querer? Estas dudas se repiten en distintos pacientes. Algunas veces de forma frecuente, otras esporádicas. Seguir las pautas de tratamiento no siempre es sencillo y puede llevar a complicaciones de salud, principalmente en una población con alto porcentaje de polimedicados.
El 50% de los pacientes mayores de 65 años toma más de cinco fármacos. Entre el 30 y 70% de los pacientes crónicos tienen una baja adherencia, según diferentes estudios, en muchos casos por esas pautas complejas de tratamiento o por una mala comunicación médico-paciente en cuanto a la explicación de las pautas. Todo ello tiene un impacto en la salud de los pacientes.
Para evitar estas situaciones se cuenta con distintas herramientas. Formación del paciente, vigilancia por parte del profesional sanitario y de los cuidadores, distintos recordatorios y los pastilleros. Este último, amigo inseparable de nuestras abuelas, se ha ido modernizando ante el papel tan importante que toman en el tratamiento terapéutico de los pacientes.
El pastillero electrónico amplía la autonomía de pacientes envejecidos y muchas veces dependientes
Este recipiente ayuda a ordenar las pautas y a que los pacientes cumplan con ellas. Para eso es importante que esté correctamente organizado según las necesidades de cada paciente, pues esto supondrá “un mejor control de sus patologías crónicas, una disminución de la aparición de exacerbaciones y una menor tasa de complicaciones asociadas al tratamiento (como pueden ser sobredosificaciones accidentales)”, explica el Dr. Jesús Santianes, coordinador del Grupo de Trabajo de Cronicidad y Dependencia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Este pastillero puede ser tan sencillo como una simple caja de cartón con divisiones en su interior o tan complejo como algunos de los pastilleros electrónicos más avanzados que disponen de alarmas y/o apertura selectiva de departamentos entre otras opciones. Diarios, semanales e incluso mensuales.
EL PASTILLERO ELECTRÓNICO
Al igual que otros pastilleros es una herramienta que les permite a los pacientes organizarse mejor. Además, aquellos que tengan un deterioro de memoria, no muy acusado, podrán tomar el tratamiento por su propia cuenta, evitando errores al tener cierres y aperturas automáticas que impide manipulaciones sin control.
El pastillero electrónico amplía la autonomía de pacientes envejecidos y muchas veces dependientes. En este sentido, el Dr. Santianes recuerda el importante papel del cuidador y el de la interacción entre paciente, entorno y los profesionales sanitarios. Estos “tienen que tener como objetivo mantener la calidad de vida y la función en los pacientes frágiles, prevenir la progresión de fragilidad a dependencia y la aparición de síndromes geriátricos con la elevada morbimortalidad que estos representan”.