Un equipo de científicos de la Universidad de Purdue ha desarrollado un parche de microagujas que puede administrar oxígeno y agentes bactericidas a las heridas crónicas.
Las biopelículas bacterianas que se forman sobre las heridas que no cicatrizan, como las úlceras del pie, son una barrera formidable para el éxito del tratamiento. Tales heridas son típicamente hipóxicas y las bacterias dentro de ellas están protegidas de los antibióticos dentro de la estructura de la biopelícula.
Esta última tecnología está diseñada para penetrar de forma no invasiva en tales biopelículas para entregar peróxido de calcio, lo que resulta en una acción bactericida y generación de oxígeno dentro de la herida.
Las heridas crónicas son una fuente importante de sufrimiento y discapacidad en todo el mundo. Ciertas poblaciones de pacientes, como las que padecen diabetes, son particularmente propensas a desarrollar tales heridas y, una vez establecidas, pueden ser muy difíciles de tratar.
Si el tratamiento no tiene éxito o se retrasa, dichas heridas pueden progresar, lo que puede provocar sepsis, incluso la amputación de una extremidad. Las bacterias dentro de tales heridas pueden formar una capa viscosa de biopelícula que las protege de los tratamientos antimicrobianos, incluidos los aplicados externa o sistémicamente.
El parche contiene una serie de agujas solubles que administran peróxido de calcio a la herida, lo que aumenta los niveles de oxigenación de los tejidos
Esta tecnología de microagujas está diseñada para penetrar en la biopelícula y administrar tratamientos directamente en la herida infectada. "La biopelícula actúa como un escudo, impidiendo que los antibióticos lleguen a las células y tejidos infectados. Cuando estas microagujas atraviesan el escudo, absorben el líquido que se encuentra debajo y se disuelven, lo que entrega el antibiótico directamente a las células y tejidos ulcerados”, ha señalado Rahim Rahimi, investigador involucrado en el estudio.
En la actualidad, los médicos suelen desbridar estas heridas para eliminar la capa de biopelícula. Sin embargo, esto puede ser muy doloroso y también puede dañar el tejido sano. “Las microagujas no causan dolor porque no son lo suficientemente largas para tocar las terminaciones nerviosas del pie. En este estudio publicado, el equipo evaluó las microagujas en modelos de heridas porcinas ex vivo. En menos de cinco minutos, las microagujas se disolvieron, se administró el antibiótico y se quitó el parche”, ha añadido el investigador.
El parche contiene una serie de agujas solubles que administran peróxido de calcio a la herida, lo que aumenta los niveles de oxigenación de los tejidos. Esto hace que la herida sea un entorno más hostil para las bacterias anaeróbicas y también ayuda a mejorar la salud de los tejidos, ya que el flujo sanguíneo deficiente es con frecuencia un factor en el desarrollo y la progresión de la herida.
Hasta ahora, los investigadores han probado la tecnología en muestras de tejido porcino y han descubierto que el parche podría matar las bacterias responsables de las biopelículas de las heridas y también parece producir muy poca muerte celular en las células humanas, lo que sugiere que son citocompatibles.