La medicina ha avanzado notablemente en los últimos años y cada vez son más los procedimientos que se realizan de forma mínimamente invasiva. Se trabaja sobre procesos que no solo reducen el dolor del paciente sino también el tiempo de recuperación en comparación con las cirugías abiertas. Si bien son cada vez más los procedimientos que pueden realizarse a través de estos sistemas, los cirujanos continúan enfrentándose a numerosos desafíos. Entre estos, uno de los más preocupantes, es el sellado de las heridas y evitar que se produzcan desgarros internos.
Inspirándose en el arte del origami, un grupo de ingenieros del MIT han diseñado un parche médico que se puede doblar alrededor de las herramientas quirúrgicas mínimamente invasivas y se puede administrar a través de las vías respiratorias, los intestinos y otros espacios reducidos con el objetivo de reparar lesiones internas. El parche se asemeja a una película plegable similar al papel cuando está seco. Una vez que entra en contacto con tejidos u órganos húmedos, se transforma en un gel elástico, similar a una lente de contacto, y puede adherirse a la zona lesionada.
La principal diferencia que presenta respecto a los adhesivos quirúrgicos existentes, es que este parche está diseñado para resistir la contaminación cuando se expone a bacterias y fluidos corporales. Con el tiempo el parche se biodegrada de forma segura. Los resultados de este proyecto han sido publicados en la revista Advanced Materiales.
Actualmente los investigadores están trabajando con médicos y cirujanos para optimizar el diseño del parche enfocado al uso quirúrgico. Prevén que el nuevo bioadhesivo podría administrarse mediante herramientas quirúrgicas mínimamente invasivas por un cirujano, ya sea de forma remota o mediante la utilización de tecnología robótica.
Una vez que entra en contacto con tejidos u órganos húmedos, se transforma en un gel elástico, similar a una lente de contacto, y puede adherirse a la zona lesionada
“La cirugía mínimamente invasiva y la robótica se están adoptando cada vez más ya que disminuyen el trauma y aceleran la recuperación en comparación con las cirugías abiertas, sin embargo, el sellado de las heridas internas es un desafío en este tipo de cirugías”, declara Xuanhe Zhao, profesor de Ingeniería e Ingeniería Civil y Ambiental en el MIT.
“Esta tecnología abarca muchos campos. Podría emplearse para reparar una perforación de una colonoscopia o sellar órganos sólidos o vasos sanguíneos después de un trauma o una intervención quirúrgica electiva. En lugar de tener que realizar un abordaje quirúrgico completamente abierto, se podría ir desde el interior para colocar un parche o sellar una herida temporalmente o a largo plazo”, añade Christoph Nabzdyk, anestesiólogo cardíaco y médico de Cuidados Intensivos en la Clínica Mayo en Rochester (Minnesota).
A través de una serie de demostraciones los investigadores han conseguido que el nuevo bioadhesivo se adhiera fuertemente a muestras en tejido animal, incluso después de haber estado sumergido en vasos de precipitado de líquido, incluyendo sangre, durante largos periodos de tiempo. Han empleado además técnicas inspiradas en el origami para doblar el adhesivo alrededor de los instrumentos que se utilizan en las cirugías de mínima invasión.
Consideran que podría fabricarse en configuraciones pre-plegadas que los cirujanos deberán colocar fácilmente alrededor de los instrumentos y herramientas que emplean en la cirugía robótica. En estos momentos se encuentran buscando la colaboración de diseñadores para integrar el bioadhesivo en plataformas de cirugía robótica.