Ante una vacunación de nivel global a casi todos los grupos de edad, la investigación científica busca diferentes formas para promocionar la vacunación, hacerla más atractiva y menos temida por los que tienen miedo a las agujas, y permitir mejores resultados de inmunidad. Una de esas investigaciones ha dado como resultado un parche de impresión 3D de microagujas poliméricas capaz de inocular una vacuna de forma efectiva.
Actualmente las vacunas existentes se inoculan bien a través de agujas hipodérmicas, de forma oral, o incluso de manera nasal, como las que está desarrollando el CSIC contra la Covid-19. Las agujas hipodérmicas son el método más utilizado en la inoculación de los sueros, sin embargo la investigación siempre ha querido ir más allá y desarrollar métodos más seguros (como las actuales agujas retráctiles para que los sanitarios no se pinchen), que eviten el miedo a las agujas (como sistemas de múltiples agujas que camuflan el pinchazo de la vacuna) y en este último caso un parche que evita el pinchazo.
La vía transdérmica ya se utilizaba anteriormente en la administración de diferentes fármacos, e incluso se ha probado para la vacunación no humana contra el virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino. Como reflejó la investigación de 2016 desarrollada por el Dr. Christopher Chase, “la tecnología sin aguja mejora la dispersión de las vacuna en el tejido, lo que se cree que induce a una mejora de la respuesta inmune”, tal y como escribió en la publicación 3tres3.com.
El parche de la vacuna “generó una respuesta significativa de anticuerpos específicos de antígenos y células T que fue 50 veces mayor que una inyección subcutánea administrada debajo de la piel"
La investigación actual realizada por investigadores de las universidades de Carolina y Standford, y publicada en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America’ (PNAS) ha probado la vacunación transdérmica con un parche diseñado por ellos e impreso en 3D con un “polimérico facetado mediante tecnología CLIP para la formulación de vacunas y la administración transdérmica” señalan en el artículo.
El diseño facetado permite, según los investigadores, proporcionan una superficie mayor que mejora la carga mediante el recubrimiento de la piel, además de personalizarlo para cada vacuna. Hasta la fecha adaptar las microagujas a diferentes tipos de suero era un desafío. “Nuestro enfoque nos permite imprimir directamente en 3D las microagujas, lo que nos da mucha libertad de diseño para hacer las mejores microagujas desde el punto de vista del rendimiento y el costo”, destaca el autor principal Shaomin Tian, investigador del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la UNC.
Los resultados del estudio muestran que el parche de la vacuna “generó una respuesta significativa de anticuerpos específicos de antígenos y células T que fue 50 veces mayor que una inyección subcutánea administrada debajo de la piel", y esa respuesta inmune aumentada "podría conducir a un ahorro de dosis, con un parche de vacuna de microagujas que usa una dosis más pequeña para generar una respuesta inmune similar a la de una vacuna administrada con una aguja y una jeringa".
Además, “la administración de vacunas transdérmicas proporciona muchos beneficios sobre las vacunas tradicionales, incluida la no invasividad y menos daño tisular, la autoaplicabilidad, el potencial para minimizar la dependencia de la cadena de frío y la reducción de las necesidades de administración profesional de agujas hipodérmicas”, explican en el estudio.
Con este diseño esperan poder proporcionan “una plataforma versátil para mejorar la inmunización y la atención médica a nivel mundial”, concluyen.