Un equipo de investigadores de la Universidad de Nanjing (China) ha desarrollado una forma de colocar pantallas en la piel humana, unos sistemas que son flexibles, seguros y que no precisan de mucha potencia para funcionar. Esta tecnología generará implicaciones significativas en el área de los dispositivos portátiles, al permitir que los sistemas médicos flexibles que están disponibles en el mercado actual muestren información biomédica relevante.
En otras épocas, las pantallas electroluminiscentes flexibles de corriente alterna que se podrían aplicar sobre la piel requerían voltajes considerados como elevados, lo que podría poner en riesgo la salud de los usuarios si los dispositivos se veían damnificados.
Las nanopartículas funcionan emitiendo luz para aumentar su brillo, permitiendo que la pantalla se vea con la iluminación interior encendida
Atendiendo a detalles concretos, el nuevo dispositivo está compuesto de electrodos de nanocables de plata que recubren una capa de material dieléctrico extensible con micropartículas emisoras de luz sembradas a lo largo de todos los rincones del sistema.
El dieléctrico está hecho gracias a un polímero elástico con nanopartículas de cerámica. De este modo, las nanopartículas funcionan emitiendo luz para aumentar su brillo, permitiendo que la pantalla se vea con la iluminación interior encendida.
Por el momento se ha probado en la piel de un voluntario que tenía una pantalla pegada en la que mostraba la hora. Según han declarado sus creadores, la tecnología se puede reducir fácilmente para pantallas de resolución mucho más alta y proporcionar, así, datos en directo de dispositivos médicos en el organismo humano, rastreadores de salud e, incluso, utilizarse en el entorno hospitalario para mostrar análisis médicos directamente a los pacientes.